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ACTUALIDADES/Enigmas
Año Bisiesto
Los astrónomos sacerdotes descubrieron muy pronto que su año de 12 meses con 360 días era demasiado corto. El error de cinco días por año se acumulaba rápidamente en el breve espacio de 6 años, todo un mes de 30 días quedaba perdido. Parcialmente, corrigieron tal deficiencia añadiendo otro mes, el decimotercero, al sexto año. El calendario corregido contenía ahora 5 años consecutivos de 12 meses, seguidos por un año de 13. Este fue el primer calendario que introdujo el año bisiesto.
En Egipto, los sacerdotes fueron también astrónomos de grandes cualidades. Rsulta difícil fijar la fecha exacta de la aparición del primer calendario egipcio. Algunos historiadores afirman que fue en el año 4241 antes de Jesucristo. Habiendo empezado con un año de 12 meses y 360 días, incidentalmente los egipcios se dieron cuenta de qué necesitaban más días para completar aquel. Cinco de carácter festivo fueron añadidos a los últimos. Pero el nuevo calendario de 365 días seguía siendo impreciso. Un verdadero año solar alcanza cerca de 365 días y cuarto. Los días adicionales, colocados al final del año egipcio, fueron abolidos. A cada año se le asignaron 365 días. Pero como la extensión real de aquel tenía, aproximadamente un cuarto de día más, César decretó que cada cuatro años hubiera uno bisiesto de 366 días. El día de más del año bisiesto fue agregado al mes más corto: Febrero.
El calendario Juliano, en honor a Julio César empezó a regir el 1 de enero del año 45 antes de Cristo. Suponía una innovación audaz y resultó útil siendo además, superior a los precedentes, varios siglos más tarde se descubrió que contenía un error. El verdadero año solar consta de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Los católicos se sintieron confusos al descubrir que los errores del calendario juliano darían lugar a que la Pascua se celebrara en el invierno. El Papa Gregorio XIII decidió prestar atención al problema de la festividad antes mencionada. En el año 1582, Gregorio, auxiliado por un consejo de hombres de ciencia dejó fijado el calendario a unos 26 segundos del año solar, con lo cual se produciría una pérdida de sólo un día en un período de 3323 años. La omisión de 3 días de año bisiesto en cada 400 años fue la sencilla fórmula que arrinconó el calendario juliano.
El Calendario Gregoriano es el utilizamos actualmente.