Cuesta de los Ciegos: Se situaban al comienzo de esta cuesta dos ciegos, clamando una limosna, San Francisco de Asís solía acudir en socorro de su indigencia hasta que cierto día ungiéndoles con aceite los ojos les hizo recobrar milagrosamente la vista
85/404

81 | 82 | 83 | 84 | [85] | 86 | 87 | 88 | 89


[email protected]