Calle del Bonetillo: Por la primera fábrica de sombreros que hubo en Madrid en este lugar, pero una leyenda explica que en este lugar vivía Juan Henríquez, clérigo de vida disoluta y como escarmiento el cardenal Espinosa le hizo ver su propio entierro en vida y selló la puerta de su casa con un bonete teñido de rojo |