La Temporada de Huracanes
Aún cuando los huracanes pueden formarse desde
principios de mayo en el Mar Caribe o en el Golfo de México, la temporada
oficial de huracanes comienza el 1 de Junio y termina el 30 de noviembre. En la
zona este del Pacífico Oriental, la temporada comienza oficialmente el 15 de
mayo y termina el 30 de noviembre.
Durante esta época, el
Centro Nacional de Huracanes (siglas en inglés NHC) mantiene una observación
continúa de los ciclones tropicales sobre el Océano Atlántico, el Mar Caribe y
el Golfo de México, así como la zona del Pacífico Oriental. Asimismo, emite
advertencias de huracanes como un servicio público. En la cuenca del Atlántico
(la parte norte del Atlántico, el Golfo de México y el Mar Caribe) la temporada
de huracanes llega a su punto más alto desde mediados de Agosto hasta Octubre.
La mayoría de huracanes toca tierra en Septiembre aunque esto no significa que
no ocurran poderosas tormentas durante otros meses de la temporada. Tanto el
Huracán Andrew como el Camille ocurrieron en Agosto.
Si bien es posible que un poderoso
huracán ocurra en Noviembre, es muy poco probable. Un huracán como Kate, en
1985, fue la excepción. Generalmente, las temperaturas tibias del agua que
podrían originar huracanes empiezan a declinar a fines del otoño, especialmente
en el Océano Atlántico.
Un huracán puede ocurrir en
cualquier punto de la costa este de los Estados Unidos, el Golfo de México, las
islas de Hawaii y, muy raramente, la costa de California.
Otras regiones que son susceptibles
a los sistemas tropicales incluyen el Pacífico, el Caribe y la costa de México
por el lado del Golfo de México. La bahía de Campeche es el lugar donde
usualmente se empiezan a formar tormentas a comienzos de la temporada (Junio y
Julio). Toda la región del Caribe está expuesta a este riesgo durante los seis
meses de la temporada.
El Nombre de un Huracán
La
decisión de utilizar nombres
para
"bautizar" a tormentas tropicales y huracanes es una costumbre de
varios siglos atrás. Antes, los huracanes que arrasaban la zona del Caribe eran
bautizados con el nombre del santo patrono del día en que ocurrían. Hoy en día
una vez que una perturbación tropical se intensifica convirtiéndose en tormenta
tropical, con circulación rotativa y vientos de más de 63 kilómetros por hora,
el Centro Nacional de Huracanes asigna un nombre a esta tormenta.
Antes de 1950, los
meteorólogos militares asignaban números (y no nombres), a las tormentas
tropicales. La quinta tormenta tropical de la temporada de huracanes de 1932,
por ejemplo, se llamó "Huracán Número 5". Durante un corto tiempo, el
alfabeto fonético militar se usó para asignar nombres como Alfa, Bravo,
Charlie, etc.
A partir de 1953, las
tormentas tropicales empezaron a recibir nombres femeninos. Los nombres eran usados en orden
alfabético. La primera tormenta de la temporada recibía siempre un nombre que
comenzaba con "A".
En 1978, se empezó a
usar nombres femeninos y masculinos en el listado de tormentas de la zona este
del Pacífico Oriental. Durante la temporada de 1979 en la cuenca del Atlántico,
la lista de nombres se amplió para incluir nombres masculinos y femeninos.
Desde entonces las
naciones que conforman la Organización Meteorológica
Mundial revisan la lista de nombres para seleccionar aquellos que son
comunes a los idiomas inglés, español y francés. El orden de nombres masculinos
y femeninos se alterna cada año. Por ejemplo, en 1995 la lista comenzó con
Alison. En 1996, se empezó con Arthur.
Existen seis listas de
nombres para las tormentas tropicales, cada una está compuesta de 23 nombres de
la A a la W. Las listas son usadas en rotación. Por ejemplo, el grupo de 1997
será usado nuevamente para nombrar tormentas en el año 2003.
Ocasionalmente un nombre
es retirado de la lista cuando se usó para un huracán que causó muertes y daños
extremos. Entre los nombres que se han retirado de la lista están Andrew, Bob,
Camille, David, Elena, Frederic y Hugo.
En otras partes del
mundo, los huracanes reciben otras denominaciones pero son igualmente
peligrosos.
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