Educación en Marcha

A raíz de este atípico proceso electoral recién pasado, hemos vivido en nuestra tiquicia una psicosis fuera de lo normal, afectándole a toda una población, alargando de manera inusual, los resultados que prácticamente ya son conocidos por toda la población; sin embargo, hay corrientes que no aceptan la realidad de los resultados, y lejos de buscar supuestamente claridad en los comicios, da la impresión que lo que se busca es mantener un protagonismo capaz de retroalimentar egos a base del aprovechamiento de las cámaras de la televisión, portadas en periódicos y temas ya cansados en la radio, alcanzando lo ridículo ya fuera de tiempo, máxime que en todas las elecciones que recuerdo, se declara provisionalmente al ganador y lo normal es la aceptación del resultado, en vista de la confianza en nuestras instituciones especialmente en el Tribunal Supremo de Elecciones por parte de los votantes.

Estaría de acuerdo si la distancia fuera de tres mil o menos, pero ya superaron los diez mil votos, creo que ya basta.

Las presiones a que se está llegando, por parte de la población, puede crear una desconfianza tal que puede poner en peligro la credibilidad del proceso y si somos conscientes de la modificación peligrosa en los valores cívicos del costarricense, me parece irresponsable.

Alrededor de un millón de personas no cumplieron con el deber cívico, flaco favor se le hace a esta débil democracia, con esta odiosa desconfianza en un sistema electoral que ha sido ejemplo al mundo.

El triunfo o la derrota en los comicios electorales, no se disfruta al principio de los resultados; queramos o no es al final, por eso como ciudadano exijo respeto al sistema electoral vigente, ya que tal irrespeto provoca una desconfianza que puede peligrar la paz social y todo por soberbia o un simple no aceptar los resultados.

Ya cansa esta situación, no se puede revertir lo actuado, ya es hora de bajar banderas político electorales e izar la bandera tricolor que cada costarricense llevamos en el alma.

Para los partidos que no alcanzaron la votación esperada, quedan más de tres años por delante para tratar de seguir tejiendo un eventual triunfo para el 2010, pero por el momento, es hora de aceptar que este proceso electoral ya pasó y que todo alrededor de estos comicios, es historia y le permitan a los grupos vencedores tratar de planificar sus labores que se inician unos a partir del primero de mayo y otros a partir del 8 de mayo.

Más de un año de campaña política ya cansa, por eso le pido a todos los involucrados en esta justa electoral, poner de su parte eliminando las falsas expectativas y poniéndonos a trabajar para sacar a Costa Rica adelante.

Ya las cartas están puestas sobre la mesa, si el problema es su ego, busque ayuda psicológica porque su enfermedad enferma a toda la población, y si es que en realidad quieren a nuestra patria, déjense de tantas nimiedades y póngase las botas porque la hora de trabajar empezó ayer.

Que Dios ilumine a nuestras nuevas autoridades gubernamentales y que todos juntos como un solo País, saquemos a nuestra tiquicia de este bache que solamente con civismo y amor a este terruño, podemos lograr nuestros fines para las próximas generaciones.