Programas
de opinión...¿ en crisis?.
Prof. Tony García
Pérez
Productor
Grupo Monumental
La radio, desde principios del siglo
pasado, con pioneros como Amando
Céspedes Marín, benemérito de la
Patria, y desde sus raíces mismas, sigue
vigente, y aún más, ocupa en
nuestros días, el primer lugar de
confiabilidad para las y los
ciudadanos de mi noble tierra en asuntos
de comunicaciones, y en segundo lugar
como institución, del total nacional
seguido de la Cruz Roja costarricense,
institución que mantiene el primer
lugar; por eso, estoy convencido que la
radio es el terreno más fértil, para
que la imaginación germine, y sean
fortalecidos los valores y principios de
nuestra sociedad, especialmente de la
familia, víctima de malas y malos
políticos, que por intereses mezquinos
calculados, junto a ciertos programas a
horas no aptas, muy pocos en radio, pero
muchos en televisión, que con el
beneplácito de algunas empresas privadas
y ciertas agencias de publicidad, se han
encargado de modificar valores morales
fundamentales en nuestras niñas, niños
y adolescentes; asimismo, ciertos
políticos, intentando despedazar y
enfrentar géneros, cuya unión,
comprensión y tolerancia, son la base de
una sociedad sana para bien de las
futuras generaciones. Programas
radiales de opinión, noticias, deportes,
música, y todo tipo de entretenimiento
para bien de la comunidad, sin dejar de
lado el manejo de las emergencias, hacen
que la radio, aparato de tubos y
transformadores en el pasado, a
transistores y circuitos integrados en el
presente, se haya convertido desde
siempre, en una necesidad inseparable,
para todas las familias de todas las
generaciones como el agua es para la sed.
La democracia, si es que en realidad
nos sentimos identificados del tan
debilitado sistema, tiene diferentes
maneras, para que la ciudadanía
pueda fortalecerlo, mediante la
expresión respetuosa de sus inquietudes,
sentimientos, denuncias e informaciones
generales, siendo una de ellas y de gran
importancia los programas radiales de
opinión, que con millones de
esfuerzos, productoras y productores
independientes de radio, realizamos en
bien de nuestra Costa Rica, llegando en
algunos extremos, a rogar para que se nos
den pautas, ya que éstas son las que
hacen posible su existencia. Considero
que es un pecado capital del señor
Presidente de la República y del Consejo
de Gobierno, solicitar recortes a
Ministerios e instituciones tan
importantes rubros, que no solamente
asuntos políticos, sino también
aspectos educativos, culturales,
deportivos, artísticos, salud y para
discapacitados, por eso, esperamos
en Dios, que esa decisión sea
reconsiderada, y le permitan a los
costarricenses, poder expresarse por
medio de los programas radiales de
opinión, y que sus gobernantes, puedan
conocer la sinceridad de los sentimientos
de un pueblo tan noble y paciente como es
el nuestro.
Estos recortes presupuestarios en
publicidad, nos han afectado
notablemente, y lo que es peor, han
convertido en crisis nuestros programas,
por tal razón, insto a las altas
autoridades del Poder Ejecutivo, a la
Empresa Privada, y especialmente a las
agencias de publicidad, permitirnos abrir
estas ventanas de la democracia, por
medio de la libre y respetuosa expresión
a través de la radio.
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