No
me defiendas Defensoría
Prof. Tony García
Pérez
Profesor
del Colegio México y Productor Grupo
Monumental.
Días
atrás, la Defensoría de los Habitantes,
equivocadamente, pone un recurso de
amparo, en contra de la decisión del
Consejo de Gobierno, que por asuntos
económicos y de manera provisional,
decide volver al curso lectivo de 176
días, que por años y años, ha dado
frutos de eminentes profesionales y
técnicos del más alto nivel para Costa
Rica y el mundo, incluyendo dentro del
mismo, los congresos de los educadores.
En
el Gobierno de José María Figueres, por
acuerdo con el Magisterio Nacional,
deciden retomar un convenio
centroamericano de 1966, del que nunca se
había puesto en vigencia, y que es
únicamente para primaria, generalizarlo
con secundaria, más sin embargo, y dado
que los resultados son peores desde el
punto de vista Psicológico, económico y
social; al extremo, que Guatemala,
Nicaragua y Panamá, no lo cumplieron,
seguimos los ticos queriendo ser más
papistas que el Papa en materia
educativa, olvidándose por completo, que
los educadores, no trabajamos, fabricando
zapatos, confites, colchones, etc; no,
trabajamos con seres humanos, niñas,
niños y adolescentes, cuya producción y
calidad, no la determina nunca, la
cantidad de días que el trasero esté
pegado a un pupitre, o el seguimiento
robótico de actitudes para determinar
las aptitudes, propias en la
construcción de una sociedad a mediano y
largo plazo.
Estoy
convencido, que la sociedad que estamos
construyendo desde las aulas, no llena
las expectativas de este siglo 21,
máxime, cuando lamentablemente, vivimos
una sociedad en decadencia, donde la
pérdida de valores cívicos,
solidaridad, de familia, etc; cada vez se
agudiza más; expresiones como: ¨
gracias, por favor, con permiso, etc, ¨
se está convirtiendo en un recuerdo muy
lindo del pasado como por ejemplo: el
amor a la patria, el Himno Nacional, el
Himno al 15 de septiembre, la Patriótica
costarricense, y muchas más, propias de
nuestra nacionalidad, son palabras
añejas y pasadas de moda para un amplio
sector de la población; el respeto a las
y los niños, adultos mayores, damas
embarazadas, casi no existe; el amor a la
lectura, la sed por la investigación,
muy pocos se acuerdan; y así puedo
llenar páginas enteras de la crisis
espiritual, social, cívica, familiar,
económica y de valores básicos de esta
generación, donde algunas agencias de
publicidad, prefieren pautar programas de
mayor rating, sin importar un comino, la
sociedad que estamos construyendo, con
poco o ninguna regulación estatal de
mucha basura en algunos programas de
algunos medios de comunicación, y todo,
por un materialismo desbocado, asesino de
lo autóctono y una idiosincrasia, que
nos han legado nuestros abuelos,
desapareciendo lentamente en un pueblo
noble, trabajador y luchador como ha sido
a lo largo de los tiempos, nuestra amada
tiquicia.
Todo
esto y mucho más, gracias a un sistema
educativo obsoleto, que con 200 días,
250, 176, etc, seguirá siendo lo mismo,
hasta tanto no nos planteemos el perfil
del tipo de sociedad que aspiramos; por
lo menos, con tres meses de vacaciones,
volveremos a tener un mayor convivio con
la familia, y una mayor ilusión de
regresar a clases.
Tenemos
que meterle el bisturí al sistema
educativo, iniciando como primera medida
con la iza de la bandera y entonar
nuestro Himno todos los lunes a las 7am,
en todos los centros educativos del
País; Materias como Educación Vial
desde el Jardín de niños o
Kindergarten, hasta 11 año, Educación
ecológica y turística desde primer
grado hasta bachillerato, Educación
política desde sétimo hasta undécimo,
para que nuestras juventudes, empiecen a
conocer las diferentes corrientes
políticas de nuestro tiempo, y las
campañas políticas, dejen de ser
sinónimos de campeonatos deportivos o
competencias atléticas, donde los
líderes, son fabricados con bombardeos
publicitarios, como sucede hoy.
Educación de la familia, materia
importantísima para terminar de una vez
por todas, con el bochornoso y calculado
enfrentamiento de géneros, y empecemos a
disminuir los porcentajes alarmantes de
la cantidad de jefas de hogar y de niñas
embarazadas, ya común en nuestros días.
Esta
sociedad del NOMEIMPORTISMO, es producto
de los cacareados 200 días, que lejos de
unificar la familia como núcleo de
sociedad, la pretenden desaparecer con un
sistema educativo que ya no se ajusta a
la realidad de este nuevo siglo, por esto
y mucho más, no me defiendas
defensoría, que lejos de ayudarle a la
sociedad, con estos recursos de amparo,
se están convirtiendo en copartícipes
de esta debacle nacional.
Solamente
, con amor a la Patria, y fortaleciendo
los valores de la familia, podremos sacar
a mi Costa Rica, del abismo que nos han
metido algunos políticos de turno, que
han convertido en negocios propios, el
esfuerzo de todo un sacrificado pueblo
amante de la paz y las buenas costumbres.
QUE
DIOS NOS ILUMINE y que esta bomba no
explote antes de tiempo; actuemos hoy,
porque mañana, puede ser demasiado
tarde.
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