AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Usted, al igual que todos, sabemos que su elección, se obtuvo, con el porcentaje más bajo en términos del padrón total de electores, debido al preocupante abstencionismo en las pasadas elecciones, sin embargo, no me cabe la menor duda, que con decisiones valientes suyas en favor de este maravilloso pueblo costarricense, su equipo de Gobierno, podrá cambiar esta corriente nefasta comprensible de pesimismo y descrédito, hacia todo que tenga olor a política y politiquería que sufre nuestra población.

Por lo general, y la historia no me deja mentir, todo grupo político que asume las riendas del Poder Ejecutivo, trae consigo, a parte de la esperanza de un mañana mejor, una serie de compromisos, producto, en gran parte, de compadrazgos económicos, asumidos por ayudas, que de una u otra manera, se relacionaron con las finanzas de la maquinaria electoral, con el ambicioso y justificado fin de lograr su cometido, y alcanzar el ansiado poder económico, político y social, que en muchos casos, para beneficio de algunos sectores poderosamente más fuertes, siendo éstos una minoría, y que perjudican a la gran mayoría que son la clase media, debilitada peligrosamente en las últimas administraciones, incrementándose más, la clase media baja, la baja, la marginal y la desposeída, convirtiéndose en una alarmante bomba de tiempo, cuyas repercusiones sociales, pueden ser letales para la paz social de nuestro pueblo.

Estas son algunas consideraciones, que se sienten en el pueblo que usted lidera:

1- Don Abel, próximamente, entrará en funciones, una empresa española encargada de la revisión de vehículos en nuestro País, que dados los requerimientos de ésta, muchísimos vehículos quedarían fuera de circulación, y dada la realidad económica de nuestra población, al no poder adquirir carros del año, muchísima gente se quedaría sin sustento económico, para mantener a sus familias, especialmente aquellos de zona rural, que con sus cacharpitas, se ganan la vida honradamente, máxime que como usted bien sabe, los porcentajes más altos de muertes en las carreteras, se debe a la poca cultura vial de los ticos, y desde luego a la mezcla de la gasolina con el alcohol, y en un porcentaje muy bajo, por problemas técnicos.

Si por la víspera se saca el día, y esta empresa actúa de la manera como lo ha anunciado, se le puede convertir a usted en una tensa situación, peor que la manifestación contra el combo del ICE, que hasta el PADRE NUESTRO, tuvo que rezar el expresidente Rodríguez en aquella oportunidad en Casa Presidencial con los antimotines, supongo que usted recuerda.

En nuestro País existe excelencia en talleres mecánicos, que pueden hacer un trabajo más acorde a la realidad nacional, y el impacto económico, sería menos fuerte para nuestro golpeado bolsillo de las y los ciudadanos, a parte de eso, las ganancias económicas, se quedarían en nuestro País.

En materia educativa, usted al igual que muchos de nosotros, somos de la generación educativa de marzo a noviembre, comprobándose hasta la saciedad, que la calidad no depende de la cantidad de días lectivos, sino más bien, de la motivación y estímulos, que tengan éstos, por medio de la investigación, acción social, y especialmente, adecuando el currículo del sistema educativo a las necesidades propias de nuestro tiempo como son la educación vial, ecológica, política, sexual, urbanidad, tecnológica y científica, con algunas pinceladas de la historia, sicología y filosofía en nuestras escuelas y colegios.

2- Las y los educadores, sí es importante que empecemos el primer lunes de febrero, para capacitación, planificación y asesoramiento del respectivo curso lectivo, empero, si las lecciones se inician en febrero, luego de los tradicionales gastos de fin de año, los costos por familia para el estudio de sus hijos en plena cuesta de enero, enriquece a los prestamistas, y se acrecienta más, la crisis socioeconómica, máxime que existe un gran porcentaje de jefas de hogar, y familias de muy escasos recursos económicos, por eso es muy importante, tratar de rescatar, la canasta básica, y que la competencia con el libre mercado, sea únicamente, con artículos de lujo, para la élite alta de nuestra sociedad.

3- En relación con el agro, la pequeña empresa, profesionales y otros, con los tratados de libre comercio, se convierte en una competencia desleal, perjudicando notablemente, a ese gran sector productivo del País.

En cuanto al combustible, existen acuerdos diplomáticos, para lograr, mejor trato por parte de los países productores de petróleo, y así, beneficiar nuestra maltratada economía.

4- La regulación en algunos programas de radio y televisión, colaboraría notablemente en el rescate de valores, que tanto se han perdido en el seno familiar, como el incremento de campañas cívicas permanentes, para hacer conciencia, que solamente podemos sacar adelante a Costa Rica, cuando se le ama, y se valora, que vivimos en el mejor País del mundo, y que todo es posible, cuando se unen las voluntades y las buenas intenciones, especialmente por parte de las personas que nos dirigen.

Gracias señor Presidente, por leer estas humildes sugerencias de un simple ciudadano, que ama a esta Patria y que Dios le ilumine a usted y a su Gobierno, para que con vuestras decisiones, se rescate la fe, en ustedes los políticos, proyectados directamente a las causas de este noble pueblo costarricense, que en verdad sueña con mañana mejor.