La antena fantasma está constituida por 24 resistores de carbón depositado de 1.200 ohms, 2,5 watts en paralelo. Se forman cinco grupos de cuatro resistores cada uno en paralelo, los que a su vez se interconectan entre sí también en paralelo (R1 - R20).
Los 24 resistores se completan con R22 en serie con el foquito F, el conjunto R23 - R24 en serie con J2 y el resistor R21.
Todo este ingenio puede ser ubicados dentro de un recipiente metálico (lata de leche o pintura) de aproximadamente 1 litro.
El foquito F tendrá un brillo proporcional a la tensión eficaz sobre la antena fantasma y por lo tanto dependiente de la potencia eficaz absorbida por la misma. F ilumina al fototransistor Q (F y Q estarán ubicados dentro de un tubo cerrado, a fin de que el último no sea afectado por la iluminación ambiente), cuya corriente de colector en definitiva resulta proporcional a la potencia eficaz en la antena fantasma.
La disposición empleada permite no sólo medir la potencia entregada por una portadora continua, sino también la de una señal de varios tonos. En el caso de una señal de dos tonos de igual amplitud, la potencia eficaz medida resulta la mitad de la potencia de pico envolvente.