Es una sigla que significa, literalmente, «Distancia
desconocida», y caracteriza los contactos por radio con estaciones
distantes. Dicho así, parecería que cualquier contacto más allá del
bloque de casas de nuestro domicilio podría ser clasificado como DX.
¡Pues no! El concepto DX, tras décadas de uso y sin que haya sido objeto
de definición «oficial» se ha ido afinando y perfilando
y, actualmente, los «diexistas» tienen bastante claro qué
estaciones pueden considerar como «DX».
Un contacto con el propio continente, y tomemos nuestra Europa como ejemplo, no se clasifica como DX, excepto si... (y aquí interviene el «ajuste fino») se trata de un país (entidad le llamamos ahora) con pocas estaciones registradas, poca actividad o que hace tiempo que no se le ha oído en el aire. Es de notar que las «entidades» no se corresponden estrechamente con los países políticos; España, sin ir más lejos, tiene cuatro entidades en la lista: España continental, Baleares, Canarias y Ceuta-Melilla. La calificación de entidad la otorga (y se la acepta casi unánimemente) la poderosa American Radio Relay League o ARRL.
Así, un país próximo y asequible como Andorra o Mónaco puede convertirse, de pronto, en un DX buscado si aparece en una banda WARC (30, 17 o 12 metros), por ejemplo. Una llamada desde una estación en San Marino, también país próximo y nada estrafalario, tiene el éxito asegurado en las bandas y alcanzará el laurel de «DX» aún sin proponérselo. Y qué decir de estaciones de escasa actividad, como las del Estado Vaticano o la Soberana Orden Militar de Malta... Ahí el apilamiento de estaciones llamando está asegurado.
Para nosotros, los europeos, una estación de Australia o Nueva Zelanda (o la costa Oeste de Estados Unidos) es siempre DX porque, aún no siendo países «raros», sus informes de recepción nos proporcionan datos valiosos sobre la eficiencia de nuestras instalaciones. Pero para un japonés o un indonesio, los contactos con esos países forman casi parte de lo cotidiano. Para ellos, sin embargo, Ceuta, Melilla o incluso las Baleares son un interesante DX, digno de un esfuerzo suplementario.
La «caza» de países DX y, dentro de esa actividad, la colección de tarjetas de confirmación (QSL) motiva a millares de operadores, que establecen auténticas competiciones para ser el primero en «trabajar» (como se dice en el argot del ramo) una estación rara y confirmar luego con la ansiada tarjeta, esa «entidad» que falta en su colección para alcanzar el Hall of Fame, reservado a los pocos que logran situarse en las primeras posiciones de la lista de entidades logradas, que actualmente alcanza 327 nombres.
Tomado de CQ Radio española versión electrónica.