Historia

   El proyecto de la l�nea  "Provincial" de feroocarriles, se inicia al rededor de 1907, con los proyectos de trazados y se completa en 1927 el tramo que un�a Avellaneda con La Plata; siendo �sta �ltima la estaci�n cabecera de la l�nea.

     Este ramal formaba parte de un proyecto provincial denominado "Ferrocarril de la Plata al Meridiano Quinto".  El objetivo, era presentar competencia a los ferrocarriles extranjeros para que bajaran sus tarifas y ofrecer una l�nea alternativa a mucha gente que se viajaba desde y hacia La Plata; �sto �ltimo fu� logrado mientras que lo primero no. 

      Un�a en su recorrido de aproximadamente 50 Km. las siguientes estaciones :

Avellaneda ,Fern�ndez, Monte Chingolo, Pasco, Monteverde, Km 40, Allan, El Pato, Segui, Gorina, La Cumbre, Gambier y La PLata. 

       En sus inicios, la l�nea lleg� a ser recorrida por m�quinas a vapor, que r�pidamente dejaron paso a las Diesel.

Ya en la d�cada del '70 el servicio de pasajeros comenz� a mostrar problemas econ�micos, por lo que alrededor de 1977 el servicio fue suprimido, continuando el el de cargas aproximadamente hasta el a�o 1992 en el cual la l�nea deja de funcionar definitivamente.

           Actualmente la traza ha sufrido el deterioro producto del olvido. Diversos tramos han quedado sepultados por tierra y maleza, y en otros casos hasta han sido robados los rieles. Existen sin embargo estaciones como la de La Plata y �sta, que hoy se ha convertido en el Museo, que se conservan para el grato recuerdo de su �poca.

El edificio fue inaugurado en 1926, y sus l�neas arquitect�nicas reflejan la importancia de estas estaciones en aquellos d�as.

conserva pr�cticamente todas las estructuras originales y  dependencias, como boleter�as, ba�os, despacho de equipajes, confiter�a, salas de control, telegr�ficas, etc.   

Un marcado estilo de arquitectura cl�sica con arcos, columnas y dinteles, se combina con leyendas referentes al destino de la construcci�n, pero que no desmerecen el aspecto general, sino m�s bien lo adornan.

El dise�o de esta construcci�n pertenece al famoso Arquitecto Bustillo, creador entre otros del antiguo Hotel Llao Llao. 

La estaci�n funcionaba como terminal de carga y pasajeros, por lo que se pueden encontrar elementos destinados tanto para el despacho de encomiendas, cargas de todo tipo, bancos y bebederos para los pasajeros que esperaban el arribo o la partida de alg�n tren. 

El and�n, con v�as de ambos lados, tiene unos 150 metros de largo y se encuentra cubierto en toda su extensi�n por un techo con pendiente hacia el centro, de chapas acanaladas sostenido por cabriadas y columnas de madera

        Algunos vagones a�n reposan en las v�as ya abandonadas, destac�ndose uno que form� parte del tren presidencial. Se trataba de una formaci�n de vagones propiedad del Estado Nacional, especialmente adaptados a trasladar figuras importantes y que usaran el Presidente Juan Domingo Per�n y Eva Duarte, el Principe de Gales y el Papa Juan Pablo II en sus visitas, entre otras figuras.

        El coche se encuentra realizado principalmente en madera y posee entre otras particularidades, tres dormitorios, cocina, sala de estar,calefacci�n, ba�o con agua caliente y ba�era, adem�s de detalles de extremo lujo para la �poca de su construcci�n, como percheros de plata. El mencionado Vag�n , se encuentra celosamente custodiado y a la espera de que se ralice un techado para su mejor conservaci�n, dado que se trata de una de los pocos de este tipo que a�n se mantienen completos. 

        Adem�s de aquel, un vag�n de cola, como sol�a llamarse al �ltimo de la formaci�n, y dos vagones de carga cerrados, con portones corredizos completan la dotaci�n actual del museo.       

La �nica locomotora existente en el museo es una m�quina Plymouth, destinada tiempos atr�s a llevar dos vagones de carb�n hacia la planta de Dock Sud, con un m�nimo espacio en la cabina, la misma era conducida solo por el maquinista; y, aunque espera una restauraci�n, se destaca por parecer un modelo a escala de las grandes m�quinas.  

Las zorras de bomba o  accionamiento manual, adem�s de se�ales y otros elementos completan el paseo por el exterior del museo

   El interior del museo, conservado en impecable estado, pr�cticamente se conserva como el �ltimo d�a en que cerr� sus puertas a los pasajeros; salvo por la pintura de las paredes, que ha cambiado el color, los pisos, paredes, carpinter�as y moviliario son los originales.  

   Gran cantidad de elementos, como los uniformes, linternas, se�ales, credenciales, libros, herramientas e innumerable cantidad de piezas usadas en la actividad, se exiben en el sal�n de entrada a la Estaci�n  

Foto R.J.Yommi

Alguna piezas de las exibidas son maquetas m�viles y mecanismos usados para fines did�cticos, ya que el propio ferrocarril formaba, instru�a y capacitaba a sus mec�nicos y maquinistas.

         Otra de las cosas que el tren con su paso acercaba a las diferentes localidades, eran las comunicaciones. El trazado de las v�as era acompa�ado por el tendido de cables para las comunicaciones telegr�ficas entre las estaciones. A su vez muchas de las estaciones adem�s cursaban comunicados particulares, estableciendo un servicio p�blico de extrema utilidad.

         Se conservan en la sala de Mandos y Tel�grafo, gran cantidad de elementos destinados a comunicaciones telegr�ficas, telef�nicas, opticas y diversos elementos de mando y control del tr�fico.