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Los Principios Fundamentales
La Conferencia Diplomática de
1864 aprobó un marco jurídico que sentó los fines
fundamentales de la Cruz Roja: la acción efectiva de
socorro a los heridos, los vehículos y personal
sanitario que deberían ser considerados y respetados
como neutrales y, por tanto, protegidos en los
conflictos bélicos. En
1921, el Comité Internacional de la Cruz Roja adoptó
cuatro principios: Caridad, Universalidad, Independencia
e Imparcialidad. En 1964, la Federación Internacional de
Cruz Roja y Media Luna Roja adoptó es- tos principios a
los que sumó otros tres. Pero fue en
Viena y en el año 65 en la XX Conferencia Internacional
de la Cruz Roja cuando se definieron y aprobaron los
Principios Fundamentales actualmente en vigor:
Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia,
Carácter Voluntario, Unidad y
Universalidad. Los Principios Fundamentales son el
Código de Conducta e Ideario del Movimiento
Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja,
constituyen las señas de identidad de la Institución en
todos los ámbitos y niveles de actuación.
“Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad” Los Principios obligan a toda la
Institución en su conjunto y es uno de los elementos de
cohesión fundamentales del Movimiento. Ahora bien, no
podemos olvidar que los miembros de la Institución como
parte visible de la misma se encuentran obligados por
los Principios en un doble sentido:
El voluntario de Cruz Roja debe ser
conocido y reconocido, como tal, por la actividad que
desarrolla, (centrada en determinados colectivos y/o
situaciones) y por la forma de actuar que deberá
reflejar la asimilación personal de los Principios
Fundamentales. Humanidad.
El Movimiento Internacional de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento
la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación,
a todos los heridos en los campos de batalla, se
esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en
prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en
todas las circunstancias. tiende a proteger la vida y la
salud, así como a hacer respetar a la persona humana.
favorece la comprensión mutua, la amistad. La
cooperación y una paz duradera entre todos los
pueblos. El Principio de Humanidad es esencial
en el Movimiento, ya que establece el fin prioritario de
la Institución: “Prevenir y aliviar
el sufrimiento humano en todas las
circunstancias”, los objetivos generales:
También especifica una determinada
forma de acción que nos permitirá conseguir los
objetivos, Favorecer:
Este Principio se fundamenta en el
valor de la persona, dotada de dignidad y derechos
inviolables y en la solidaridad con todos aquellos que
sufren. Es
la expresión del compromiso del Movimiento con la
defensa de los derechos humanos. El Movimiento ha
estado presente en la defensa de los derechos humanos
desde sus orígenes, aunque no siempre
explícitamente.
Destacan particularmente las acciones en los
siguientes temas:
tortura, desapariciones forzadas o involuntarias,
discriminación racial, derechos de la infancia, campos
en los que puede desempeñarse un cometido movilizador.
Ello sin dejar de tener en cuenta otros muchos
derechos de contenido económico social y cultural,
y en los
conocidos como de la “tercera
generación” o derechos de solidaridad (paz,
desarrollo y medio ambiente), se realizan de hecho
numerosas contribuciones. En la consecución de estos objetivos
los voluntarios expresan su solidaridad mediante
actitudes de:
Imparcialidad.No hace ninguna distinción de
nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo
político. Se dedica únicamente a socorrer a los
individuos en proporción con los sufrimientos,
remediando sus necesidades y dando prioridad a las más
urgentes. Supone la esencia del pensamiento del
Movimiento.
Del reconocimiento de todos los seres humanos
nace la no discriminación, por motivos de raza, sexo,
religión, condición social, credo político o
ideología.
Supone la no aplicación de distinciones de
carácter desfavorable por el mero hecho de pertenecer a
una categoría determinada. La única “discriminación”
estará en base de las necesidades: la asistencia será
proporcional a la intensidad del sufrimiento. Exige
luchar contra todo prejuicio y actuar ateniéndose solo a
los hechos a fin de hacerlo sin preferencias personales
ni ideas preconcebidas. La vivencia de este Principio no sólo
se ejercita en situaciones extremas de conflictos
bélicos o confrontación de grupos, sino que tiene
ramificaciones que nos afectan en la cotidianeidad, en
la forma de relacionarnos con aquellos que “son distintos” o
que no piensan como nosotros. De ahí la
necesidad de profundizar en la tolerancia, como actitud
que exige un ejercicio personal de apertura de la mente y
aceptación del otro, tal y como es, sin menoscabo de las
propias convicciones. Neutralidad.
Con el fin de conservar la confianza
de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en
las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias
de orden político, racial, religioso e ideológico. A la vez que se respetan los derechos
civiles, políticos y sociales de toda persona, el
Movimiento se abstiene de tomar parte en cualquier tipo
de controversia de orden político, racial, religioso o
ideológico en todo tiempo. Neutralidad significa no entrar en
controversias para poder actuar en todo tiempo y
lugar. En
este sentido la neutralidad es una garantía de acción.
No debemos confundir nunca ser neutral con ser
indiferente, la neutralidad supone tomar partido por los
más vulnerables. Lógicamente al voluntario de Cruz Roja
no se le pide que renuncie a su ideología, todo el mundo
tiene unas determinadas ideas, sino que ésta no se
refleje en la acción que desempeña en nombre de Cruz
Roja. No debemos confundir nunca neutralidad
con imparcialidad:
Independencia.
El movimiento es independiente.
Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades
humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los
países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin
embargo, conservar una autonomía que les permita actuar
siempre de acuerdo con los principios del
Movimiento. Este Principio aparentemente entra en
una contradicción: por un lado establece que el
Movimiento es independiente, por otro, que es auxiliar
de los poderes públicos. Sin embargo no
existe tal contradicción. La independencia
supone:
Pero al mismo tiempo es una Institución
auxiliar de los poderes públicos ya que:
Para hacer realidad este Principio en
la cotidianeidad, se requiere que los voluntarios de
Cruz Roja:
La Independencia de la Institución se
garantiza en la práctica con un funcionamiento interno
democrático, estando abierta a todos, con fuentes de
financiación diversas y con una gran diversidad de
acciones. Esta independencia nos ayuda a ser más
libres para actuar por la dignidad, bienestar y defensa
de los sujetos más débiles de la sociedad, y a
comprender el compromiso y responsabilidad que, además,
tenemos con la Institución. Carácter voluntario Es un movimiento de socorro voluntario
y de carácter desinteresado. La Cruz Roja es una asociación de
voluntarios, por lo que el Voluntariado forma parte de
la propia esencia de la Institución. El voluntariado tiene las siguientes
características: La relación
del voluntario con la actividad que desarrolla en Cruz
Roja comporta:
Unidad.
En cada país sólo puede existir una
Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que
debe ser accesible a todos y extender su acción
humanitaria a la totalidad del territorio. Este principio supone que debe existir
una única Sociedad Nacional por país y por tanto
extender su acción a todo el territorio y estar abierta
a todos. Garantiza que la Cruz Roja no se diluya
en Asambleas independientes y garantiza la coherencia
institucional. Actualizar la conciencia de nuestra
permanencia a una sola y gran institución, extendida por
todo el mundo y por todo el territorio nacional, y
mantener la esencia de su identidad debe ser para todos
los miembros de Cruz Roja motivo de orgullo, a la vez
que de estímulo para el cumplimiento de las normas y
orientaciones que dimanan de sus documentos y
órganos. Universalidad.
El Movimiento Internacional de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las
sociedades tienen los mismos derechos y el deber de
ayudarse mutuamente, es universal. El Movimiento tiene vocación universal
y aspira a extender su acción a todo el mundo. Pero al mismo
tiempo esta universalidad implica que todas las
Sociedades Nacionales desde la más grande y desarrollada
a la más pequeña tienen los mismos derechos y deberes en
el seno del Movimiento y el deber de apoyarse
mutuamente. Las actividades voluntarias a la vez
que son concretas, referidas a sujetos personalizados,
tienen la posibilidad de ser ampliables a cualquier
persona que se encuentre en situación similar, lo que
permite diseñar procesos y establecer estrategias
universalizables. |
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