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Artículo publicado en CQ Radio Amateur,
nº 313 (julio-agosto 2010)
Equipos de
radio en recepción: consejos prácticos
Como
complemento al reciente artículo “Características de los
equipos de radio en recepción” (CQ Radio Amateur, mayo y
junio), a continuación se describen ciertas
prácticas destinadas a obtener el mejor comportamiento de
nuestros equipos en recepción, relacionadas con los
conceptos descritos en dicho artículo
Sergio Manrique Almeida
Todos los derechos
reservados

Uso y “abuso” de preamplificadores
La idea de que los preamplificadores de
recepción, como los que incorporan la mayoría de equipos
(interruptores PRE ó PREAMP), siempre deben ser utilizados no
es correcta. ¿Cuándo está justificado su uso? Solamente
cuando el ruido que llegue por antena sea inferior al ruido
interno del receptor.
Es decir, la única misión de un preamplificador es aumentar el
nivel de la suma de la señal de interés y del ruido entrantes
por antena, de forma que la señal de interés supere el
ruido interno del receptor. Así, es común el uso de
preamplificadores especialmente en modos de señal débil en las
bandas de VHF y superiores; en menor medida son utilizados en
bandas altas (en especial en 10 y 12 metros), así como en
recepción en bandas bajas (40 a 160 metros, ¡por no mencionar
la de 2200 metros!) con antenas especiales (Beverage, antenas
de aro mal llamadas “aros magnéticos”, EWE, etc.), en las que
como adición al preamplificador es muy recomendable un filtro
paso banda o bien de rechazo de las bandas de radiodifusión
cercanas, para prevenir la saturación o la aparición de
productos de intermodulación (IMD).
En la figura 1 se refleja una situación habitual en VHF y
superiores, bandas en las que es más fácil que el ruido
recibido por antena esté por debajo del ruido del receptor
(gráficas 1(a) y 1(b)). En (c) se observa que sin
preamplificador la débil señal de interés (rebote lunar,
satélites, etc.) queda casi oculta por el ruido del receptor,
mientras que en (d), el uso del preamplificador hace posible
la correcta recepción de la señal: en demodulación, la
relación señal a ruido (S/N) es la misma que en la entrada de
antena.

Figura 1. Se
describe una situación típica de VHF y bandas
superiores: señal débil y ruido entrante por antena
inferior al ruido interno del receptor: ver texto acerca
de la utilidad de un preamplificador de recepción en
casos como éste
La situación
de la figura 2 es muy diferente, y es la habitual al
recibir en bandas bajas con las mismas antenas empleadas
en transmisión: dipolos, verticales, Yagis, etc.
(distintas a las antenas específicas para recepción como
las mencionadas anteriormente). En 2(a) se tienen la señal
de interés y el ruido entrantes por antena, tan elevados
que en el receptor producen un cierto nivel de productos o
ruido de intermodulación, que empieza a apreciarse en
2(b). Al estar señal y ruido entrantes muy por encima del
ruido interno del receptor, activar un preamplificador
(figura 2(c)) no mejora la relación señal a ruido, ya que
los amplifica ambos en la misma proporción; es más, se
empeoran las cosas ya que el preamplificador, diseñado
para señal débiles, o bien se satura o produce IMD,
empeorando aún más la recepción y haciendo la señal casi
ininteligible, como se aprecia en 2(c), por no mencionar
la IMD que tal nivel de salida del preamplificador
producirá en las frecuencias intermedias.

Figura 2. Se
muestra el caso típico de recepción en HF, donde el
ruido externo captado por la antena es muy superior al
ruido interno del receptor. Si en esta situación
activamos el preamplificador, se corre el riesgo de
estropear la relación S/N, haciendo que en (c) la
señal quede enmascarada por el ruido. En cambio, en
(d), insertando el atenuador en la entrada descienden
tanto la señal como el ruido exterior, pero
manteniendo la relación S/N original
Uso de atenuadores
Siguiendo con el apartado anterior, se observa en 2(d)
que además de suprimir el preamplificador se ha
añadido un atenuador, siendo el resultado que la IMD
que había en 2(b) ha desaparecido: el atenuador reduce
las señales y ruido entrantes, de modo que en algunos
casos de señales fuertes fuera del margen dinámico de
bloqueo o de intermodulación del receptor, las sitúa
dentro de dicho margen, reduciendo o suprimiendo el
bloqueo o la formación de IMD. De hecho un atenuador
de, pongamos, 6 dB, reducirá las señales y ruido
entrantes en 6 dB, pero los productos de IMD de tercer
orden bajarán teóricamente el triple, unos 18 dB.
La mayoría de equipos incorporan un atenuador
(interruptor ATT), en ocasiones con niveles
seleccionables; en su ausencia se puede construir un
atenuador externo, habitualmente un puente o puentes
resistivos, que si va a ser empleado con un
transceptor debe ser protegido mediante una
conmutación (manual, o preferiblemente automática) que
en transmisión lo puentee.
Algunos transceptores de la firma Kenwood
cuentan con un interruptor llamado AIP (punto de
intercepción avanzado), denominado IPO (optimización
del punto de intercepción) en equipos de Yaesu; el
efecto tanto de uno como de otro es reducir a 0 dB la
ganancia introducida por la etapa frontal del
receptor, de manera que la entrada de antena es
llevada directamente al primer mezclador, previo
filtrado. El resultado es que el receptor es menos
susceptible a sobrecarga e intermodulación, a costa de
una pérdida de sensibilidad que sólo podrá preocupar a
veces en bandas altas y V/UHF.
En resumen: el abanico de situaciones a que
puede verse enfrentado un receptor de radio es tan
variado como nuestra afición: dependerá de antena,
ubicación, frecuencia, modo de propagación… y
paciencia del operador. Los posibles escenarios se
hallarán entre los dos casos un tanto extremos
descritos en los anteriores párrafos y en las figuras.
Uso
de otros controles del receptor
- La reducción de la ganancia de RF (RF GAIN) para
operación en bandas bajas, mando que solemos tener al
máximo. El efecto es disminuir la ganancia de la primera
frecuencia intermedia, con resultados similares a los
mencionados en el anterior apartado. Naturalmente el
operador deberá acompañar esta acción con un aumento de la
ganancia de audio (AF GAIN) de modo que la señal llegue a
ser audible.
- Supresión del control automático de ganancia
(interruptor AGC). Se trata de un circuito que regula la
ganancia de la cadena de etapas del receptor en función de
las señales dentro de la banda de paso del receptor. En
casos extremos la desactivación del AGC aporta cierta
mejoría en la recepción de la señal. En un futuro, el
empleo de AGC distribuidos a lo largo de la cadena de
recepción [1] y controlados por software en equipos SDR,
mejorará las prestaciones de los equipos en cuanto a
márgenes dinámicos.
- Empleo de filtros adecuados. En cualquier modo de
transmisión, si el ruido entrante por antena es superior
al ruido interno del receptor, es deseable seleccionar el
filtro que, sin recortar excesivamente la señal de
interés, suprima no sólo interferencias aledañas sino el
ruido situado a ambos lados de la señal. La
inteligibilidad de la señal de interés se ve mejorada.
[1] N. del E. Este recurso ya se empleaba
en los receptores de TV analógica con un sistema de “CAG
retardado”, donde se mantiene al máximo la ganancia de
la primera etapa de RF del sintonizador (selector de
canales) hasta que la señal alcanza un nivel tal que
empieza el riesgo de sobrecarga del mezclador (alrededor
de 1 mV/75 O), a partir del cual el circuito de CAG
inicia la acción de “freno” de la etapa de RF. Con tal
disposición se alcanzaban fácilmente márgenes de control
dinámico de 110 dB, con una buena MDS (Mínima señal
discernible).
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