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Artículo publicado en CQ Radio Amateur, nº
312 (junio 2010)
Características de
los equipos de radio en recepción (y II)
Continúa la
explicación de los conceptos técnicos utilizados al
describir las prestaciones de un equipo de radio en
recepción
Sergio Manrique
Almeida
Todos los derechos
reservados

Selectividad
Capacidad de filtrado de un receptor, de discriminar
unas señales de otras. La curva de selectividad de un receptor
para un modo dado (SSB, CW, etc.) se obtiene experimentalmente
(figura 1(b)), pero la información facilitada por los
suministradores suele ceñirse a ciertos puntos de dicha curva:
a) El ancho de banda para una atenuación de
6 dB ó menor respecto el máximo del filtro. Se denomina banda
de paso. En ocasiones se informa de la banda de paso para 3
dB.
b) El ancho de banda para una atenuación de
60 dB ó mayor. Da lugar a la llamada banda de rechazo.
Ver ambos parámetros en la figura 1(b).
Como
ejemplo, decir que el transceptor ICOM IC-7800 tiene la
siguiente selectividad en SSB (filtro con ancho de banda
de 2,4 kHz): mejor de 2,4 kHz a -3 dB (atenuación de 3 dB
o inferior), y mejor de 3,6 kHz a -60 dB (atenuación de 60
dB o superior).

Figura 1. En (a)
se observa un filtro ideal: deja pasar solamente las
señales con frecuencias dentro de su banda de paso, sin
atenuación, y rechaza el resto. En (b) vemos un filtro
real, con cierto rizado y atenuación dentro de la banda
de paso, y cierta pendiente en sus lados.
Si la
curva de selectividad de un receptor no es conocida, es
importante conocer tanto el ancho de banda a -3 dB (ó
-6) como el ancho de banda a -60 dB. La razón la vemos
en el ejemplo de la figura 2, donde se muestran dos
filtros de SSB hipotéticos: los filtros en (a) y en (b)
tienen respectivamente un ancho de banda a -6 dB de 2,0
kHz y 2,5 kHz. El filtro (a) tiene una menor banda de
paso, en principio ello es una ventaja respecto el (b)
si vamos a operar en una banda muy concurrida; ahora
bien, vemos que el ancho de banda a -60 dB del filtro
(a) es de 4,0 kHz, mayor que el del filtro (b), cifrado
en 3,5 kHz.
Esto nos
lleva al concepto de factor de forma, que es una
medida de en qué grado un filtro se aproxima al filtro
ideal “rectangular” (figura 2(a)). Un filtro puede
tener buena selectividad a -6 dB y sin embargo tener
un mal factor de forma, es decir, captar señales
indeseadas por los flancos de su curva de respuesta
frecuencial.

Figura 2.
El filtro (a) tiene un ancho de banda a -6 dB más
estrecho que el (b), pero un peor factor de forma
(ver texto)
Otros
parámetros
Rechazo de imagen (Image Rejection). En los
receptores analógicos convencionales, las señales entrantes
por antena son trasladadas sucesivamente a una serie de
frecuencias llamadas intermedias (FI) para su amplificación y
filtrado en dichas frecuencias; tras la última FI es llevada a
cabo la demodulación.
El
traslado a las frecuencias intermedias es llevado a cabo
por unas etapas llamadas mezcladores (ver figura 3): cada
mezclador multiplica la señal entrante y una portadora
generada por un oscilador en el equipo.

Figura 3.
Ejemplo de diagrama de bloques de un receptor con
dos frecuencias intermedias
El
oscilador de la primera FI suele ser de frecuencia
variable, asociado al mando de sintonía del equipo
(VFO). Ver ejemplo en la figura 4(a), en la que
dicho oscilador está sintonizado a la frecuencia
de 39,400 MHz para recibir la señal entrante de
28,700 MHz (39,400 - 28,700 = 10,700 MHz, que es
la primera FI).
Como se observa en 4(a), en la salida de un
mezclador aparecen dos señales, cuyas frecuencias
son la suma y la diferencia de las frecuencias de
la señal de interés y la del oscilador local. Esto
no es inconveniente, porque inmediatamente la
señal no deseada es rechazada (en la figura es la
señal de 68,100 MHz, eliminada por el filtro de
cristal de la 1ª FI, 10,700 MHz).

Figura 4.
En (a) se tiene una sola señal de entrada al
receptor, de frecuencia 28,700 MHz. La
multiplicación de dicha señal por la del oscilador
local da como resultado en la salida del mezclador
dos señales, una de las cuales es rechazada por el
filtro de la 1ª frecuencia intermedia.
En (b) entran en el receptor dos señales: deseamos
demodular la de 28,700 MHz, pero la segunda señal
entrante tiene una frecuencia (50,100 MHz) tal que
por las combinaciones de frecuencias en el
interior del receptor, el mezclador la traslada a
la frecuencia de la FI (10,700 MHz), perturbando
la recepción de la señal de interés (28,700 MHz)
El
caso es que en un receptor hay lugar a toda una
serie de posibles combinaciones de frecuencias, de
forma que hay que cuidar el diseño del receptor
para que dichas combinaciones no perturben la
recepción de la señal de interés: así, el problema
surge cuando en el ejemplo de la figura 4(b)
sintonizamos el receptor para recibir una señal en
28,700 MHz y a la vez aparece en antena otra señal
de frecuencia 50,100 (28,700 más dos veces la
frecuencia de la primera FI). Si el receptor no es
lo bastante completo, la señal indeseada de 50,100
MHz caerá dentro de la FI de 10,700 MHz y
progresará, pudiendo saturar algunas etapas del
receptor o incluso alcanzar el demodulador.
La solución pasa, en primer lugar, por
filtrar inmediatamente en la entrada del receptor,
y que el filtro situado atenúe suficientemente en
frecuencias fuera de la banda de interés. Como
ejemplos, el transceptor FLEX-1500 tiene un filtro
paso banda de orden 4 para cada banda de
aficionado, mientras que los filtros en sus
hermanos mayores de la serie 5000 son de orden 11,
con lo que rechazan mejor las señales fuera de la
banda candidatas a provocar señales imagen.
Asimismo es necesario que el receptor cuente con
no sólo una, sino con varias etapas de FI, y
situadas en frecuencias diferentes;
adicionalmente, se suele dotar a la 1ª FI con
una frecuencia mayor que las de las señales a
recibir, de manera que las posibles señales
“imagen” queden más alejadas del ancho de banda
del primer filtro situado después de la antena.
Como ejemplo, el transceptor portátil Yaesu
FT-817 tiene su 1ª FI en 68,33 MHz, de forma que
la situación de la figura 4(b) se daría no para
una señal de 50,100 MHz, sino para una de
165,360 MHz, mucho más atenuada por el filtro de
entrada de 28 MHz que la señal de 50,100 (señal
imagen más rechazada).
El rechazo de imagen se cifra así: es la
medida de la atenuación de las frecuencias
imagen como la del ejemplo, y viene dada por la
relación en dB entre los niveles en las FI del
receptor entre la señal de interés (28,700 MHz
en la figura 4(b)) y de la frecuencia imagen
(50,100 MHz en la misma figura). Para el
mencionado FT-817, el rechazo de imagen es de 70
dB en las bandas de HF y 50 MHz, y de 60 dB en
las bandas de 144 y 430 MHz.
Por cierto, en las especificaciones del
FT-817 se cita un parámetro llamado rechazo de
frecuencia intermedia; posiblemente se esté
haciendo referencia al grado de rechazo de lo
que sería en la figura 4(a) la señal de 68,100
MHz, el segundo producto en la salida del
mezclador.
Ruido
del oscilador local (LO Noise).
Un oscilador local (OL) genera una señal
portadora, de una sola frecuencia. Dicha
señal, debido a las imperfecciones de los
circuitos que la generan, tiene cierta
inestabilidad en su amplitud y en su fase,
siendo esta última la más perniciosa: provoca
que la señal no sea una portadora pura, al
extender parte de su potencia a frecuencias
colaterales (ver figura 5).

Figura
5. Un oscilador local genera una señal
portadora, de una sola frecuencia, que
debido a las imperfecciones de los circuitos
que la generan tiene cierta inestabilidad en
su amplitud y en su fase; esta última
provoca que la señal no sea una portadora
pura, al extender parte de su potencia a
frecuencias colaterales y afectando así el
rendimiento del receptor (o transceptor)
El efecto es un mayor ruido en recepción
debido a que las señales procedentes de
antena ya no se mezclan con una sola
portadora, sino con el ruido de fase que la
rodea. Asimismo el receptor pierde
selectividad. El ruido del oscilador local
(se mide en el oscilador asociado al VFO) es
la diferencia en dB entre el nivel del
oscilador y la densidad de ruido de fase (no
el ruido total de fase). Al ser una
diferencia respecto una portadora, suele
escribirse en dB respecto portadora (dBc, dB
Carrier); como ejemplo, según Sherwood, el
transceptor Elecraft K3 tiene una relación
de ruido de fase de 138 dBc.
Especificaciones
de los receptores SDR
En el caso de receptores definidos
por software (SDR) hay algunas
particularidades a tener en cuenta al
analizar sus prestaciones: aparecen
conceptos nuevos, otros pierden sentido y
otros se aplican de distinta forma.
Nivel de recorte de la conversión
analógico a digital (ADC Clipping
Level). En receptores que
llevan a cabo la conversión de analógico a
digital (A/D) directa del conjunto de
señales que llegan por antena, si el nivel
total de las señales alcanza un punto
determinado, se producirá la saturación de
la etapa de conversión; dicho nivel vendrá
dado por la etapa frontal del receptor
(filtrado y preamplificación) y por el
dispositivo conversor A/D empleado. Como
ejemplo, el receptor Perseus tiene un
nivel de recorte de -4 dBm y -7 dBm, con y
sin el preamplificador activo
respectivamente.
Margen dinámico de la conversión A/D (ADC
Dynamic Range). De modo
similar, en receptores con una conversión
de frecuencia previa a la digitalización
del ancho de banda de interés, si el total
de las señales entrantes alcanza cierto
nivel se producirá la saturación de la
etapa de conversión analógico a digital;
asimismo habrá un nivel mínimo de señal
detectable por el conversor A/D. Esto nos
lleva a retomar el concepto de margen
dinámico pero aplicándolo esta vez a una
conversión A/D; como ejemplo, para el
FLEX-3000 dicho margen es de 92 dB (para
48.000 muestras por segundo de 24 bits
cada una).
Rechazo de “aliasing” (Alias
Rejection). Para explicar este
concepto tomaremos como ejemplo el
receptor SDR-IQ, que muestrea todo el
ancho de banda de 0 a 30 MHz a una
velocidad de unos 66 MHz (millones de
muestras por segundo) de 14 bits cada una.
El receptor tiene como primera etapa un
filtro paso bajo de 0 a 30 MHz; si ese
filtro no estuviese, las señales en el
margen de 33 a 66 MHz serían también
digitalizadas y se superpondrían a las de
0 a 30 MHz, haciendo imposible el
funcionamiento del receptor. Lo mismo
pasaría con el margen entre 66 y 99 MHz, y
así sucesivamente. Este fenómeno se conoce
como solapado (aliasing).
Margen
dinámico de intermodulación y punto de
intercepción de tercer orden (IP3). Son
parámetros que miden los productos
indeseados generados en las etapas de un
receptor analógico, esto es, basado en una
serie de conversiones de frecuencia (FI).
En un receptor SDR que digitalice
directamente (tras un filtro y un
preamplificador previos) la señal de
antena tales mediciones cambian su
sentido; las señales espúreas debidas al
propio receptor SDR son debidas
principalmente a la no linealidad de los
conversores analógico a digital y
viceversa, y a interferencias procedentes
de los buses de datos digitales, y la
experiencia muestra que no aumentan al
subir los niveles de las señales de
entrada. Aunque también podrán producirse
intermodulaciones (en el sentido clásico
de la palabra) en el preamplificador de
entrada, si lo hay.
Rechazo de imagen. En receptores
SDR, las señales en frecuencias imagen no
son causadas por las combinaciones de
frecuencias descritas anteriormente: no
hay FI en el sentido de las que pueda
haber en un receptor analógico. No
obstante, en el interior de un SDR tienen
lugar unos procesos de multiplicación
digital que en cierto modo son análogos a
los realizados por las etapas mezcladoras
existentes en receptores convencionales:
el nivel de rechazo de imagen en equipos
SDR viene dado por cómo se lleven a cabo
esas multiplicaciones (conversiones entre
distintas velocidades de muestreo), por
ejemplo por la precisión de las muestras
(bits por muestra).
Latencia. El tratamiento digital de
las señales por parte de un receptor SDR
introduce cierto retardo desde que entran
señales por antena y sale remodulada la
señal de interés:
-Conversión analógico a digital y
viceversa.
-Retardos introducidos por el propio
sistema operativo, variables según los drivers
que emplee el programa SDR. Mencionar
especialmente las conversiones de
velocidad de muestreo.
Los procesos que tengan lugar en el
software asociado a un equipo SDR
serán menores si son trasladados a etapas
electrónicas del propio receptor (chips
programables DSP y FPGA, etc.).
Unos diseñadores de equipos y
software SDR priman la calidad en la
recepción (margen dinámico, buen filtrado
digital, etc.) por encima del retardo.
Otra tendencia es minimizar dicho retardo,
y otra más intenta alcanzar soluciones de
compromiso.
Para los aficionados a la escucha,
un retardo de décimas de segundo no tiene
importancia alguna; no puede decirse lo
mismo en el caso de aficionados
emisoristas: por ejemplo, al operar en CW
modo QSK o en concursos debe evitarse un
retardo en la recepción de 50 milisegundos
o más.
Como ejemplo, para el transceptor
digital ADT-200A se cita una latencia
entre la entrada por antena y la salida de
audio de 20 milisegundos como valor
típico, dependiente del ancho de banda de
filtrado empleado. En cualesquiera
equipos/software SDR, cuanto mayor
sea el orden de los filtros empleados
(mejor su factor de forma, mayor
complejidad del filtro), mayor será el
tiempo de retardo que introduzcan.
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