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Artículo publicado en CQ Radio Amateur,
nº 311 (mayo 2010)
Características
de los equipos de radio en recepción (I)
Se describe el significado de los conceptos técnicos
comúnmente utilizados al definir las prestaciones de un equipo
de radio en recepción, en ocasiones ocultos tras extrañas
siglas
Sergio
Manrique Almeida
Todos
los derechos reservados

Al consultar la documentación de un equipo de radio hay
un apartado de especificaciones técnicas, importantes al
tratarse de mediciones de una serie de parámetros que
caracterizan su comportamiento: es necesario conocer el
significado de dichas medidas para valorar adecuadamente el
equipo. En un transceptor la parte de recepción es más
compleja que la de transmisión, y por tanto sus
especificaciones más extensas; estas últimas son las tratadas
en este artículo, a lo largo del que al hablar de receptores
se engloba también la parte de recepción de equipos
transceptores.
Sensibilidad
Es la capacidad del receptor de captar señales débiles,
capacidad que no viene limitada por el ruido que pueda llegar
por antena, sino por la capacidad de amplificación del
receptor y su propio ruido interno. Existen diferentes
criterios para su medición, los más utilizados son descritos a
continuación.
Mínima señal distinguible (MDS, Minimum Discernible
Signal). Es una medición del ruido de fondo
generado internamente por el propio receptor; todos los
receptores, y de hecho todos los equipos de telecomunicaciones
generan un ruido interno que se suma a la señal
transmitida/recibida.
La MDS es la mínima señal recibida cuyo nivel es
equivalente al del ruido interno del receptor, medido en el
ancho de banda de interés. En otras palabras: el nivel de
señal que iguala el propio ruido del receptor. Definición
formal de MDS: mínimo nivel de señal de radiofrecuencia
entrante, tal que -en ausencia de otras señales- produce un
aumento de 3 dB en el nivel de audio medido en la salida del
receptor.

Figura 1. La mínima señal distinguible
(MDS) de un receptor está relacionada con la fracción de
ruido generado por el propio receptor que, tras pasar
por los filtros de las frecuencias intermedias y por el
demodulador alcanza la salida de audio. La MDS del
ejemplo (en unidades de potencia, sean dBm ó fracciones
de vatio) será aproximadamente la dada por el área
tramada (ver texto)
En el supuesto de
la figura 1 vemos el espectro de ruido interno de un
receptor (cómo se reparte dicho ruido a lo largo de las
distintas frecuencias), y su banda de paso para el modo
seleccionado: un cálculo aproximado del MDS es multiplicar
el nivel medio de ruido interno de RF por el ancho de
banda del filtro de la frecuencia intermedia (FI) más
estrecha, que seguramente será la última, en la que se
lleva a cabo la demodulación. Este sencillo cálculo sirve
para comprender el concepto de MDS, pero comporta
simplificaciones:
1. En la FI se ha supuesto un
filtro ideal (su respuesta frecuencial es plana, y un
rectángulo perfecto), cuando todo filtro real, como se
observa en la figura, tiene cierta pendiente en sus lados
y cierto rizado en su banda de paso. Aunque también es
cierto que para el filtro real, en función del total de
ruido que deje pasar, se puede calcular un “ancho de banda
equivalente” que sería su ancho de banda si fuera un
filtro ideal que dejara pasar la misma cantidad de ruido.
2. Del mismo modo, no se ha
tenido en cuenta la influencia de la respuesta frecuencial
de las etapas de audio, que dependiendo del equipo será
más o menos plana.
Como se ha dicho, el MDS para un mismo equipo es
diferente según el ancho de banda del filtro de FI, y por
tanto, según la modalidad de operación: SSB, CW, RTTY,
etc. En el ejemplo de la figura, el MDS para un filtro de
CW de 500 Hz es de -103 dBm, mientras que en ese mismo
receptor para un filtro más estrecho (250 Hz) será de -106
dBm; para SSB, suponiendo un filtro de 2,4 kHz, el MDS
será de -96 dBm, y para AM (6 kHz) será de -92 dBm. No
tiene sentido comparar MDS medidos para diferentes anchos
de banda; al comparar los MDS de distintos receptores hay
que hacerlo con el mismo ancho de banda de filtro.
Asimismo, para equipos dotados de preamplificadores
o atenuadores el MDS variará según la utilización de los
mismos: el MDS mejorará al añadir un preamplificador, y
empeorará al añadir atenuación.
Sensibilidad (Sensitivity).
Una primera definición de sensibilidad es el nivel de
señal entrante tal que la relación señal más ruido
interno divididas por ruido interno, (S+N)/N es de 10 dB
en la salida de audio. Otra definición empleada es el
nivel de señal entrante para el que la relación señal
dividida por ruido interno (S/N) es de 10 dB en la
salida de audio. En cualquier caso se suele expresar en
microvoltios (sabiendo la impedancia de antena son
fácilmente convertibles a dBm), y como en el caso de la
MDS su valor depende del ancho de banda del filtro
previo a la demodulación, es decir, del
modo.
Por ejemplo, la sensibilidad del receptor Perseus
para un ancho de banda de 2,4 kHz (SSB) es de 0,39
microvoltios (µV) para (S+N)/N = 10 dB, que para los 50
ohmios de antena equivalen a -115 dBm; otro receptor que
tuviese una sensibilidad, pongamos, de 0,1 microvoltios
para (S+N)/N = 10 dB sería más sensible.
Una definición alternativa, utilizada
principalmente en la recepción de FM, es la llamada
relación señal a ruido y distorsión (SINAD), que tiene
en cuenta no sólo el ruido interno del receptor, sino
las espúreas debidas a la distorsión de la señal de
interés, provocada por las imperfecciones del receptor:
la SINAD se define como la señal de entrada necesaria
para alcanzar los 12 dB de relación entre señal más
ruido más distorsión, divididas por ruido más
distorsión, (S+N+D)/(N+D). En general se acepta que 12
dB de SINAD es el mínimo imprescindible para la correcta
recepción de FM de banda estrecha.
Sea cual sea la definición adoptada, cuanto menor
sea el nivel de sensibilidad de un receptor
(microvoltios), más débiles serán las señales que pueda
demodular. Por otra parte, al cifrar la sensibilidad de
un receptor, si éste dispone de preamplificador y/o
atenuador debe indicarse si la medida se ha realizado
con alguno de dichos dispositivos activado.
Factor de
ruido (NF, Noise Factor). En el caso de
receptores, es una medida de su sensibilidad con
independencia del ancho de banda empleado; siempre que
no se trate de comunicaciones espaciales se acepta
definirla como la densidad de ruido interno del receptor
(dBm/Hz) más 174 dBm/Hz. En el ejemplo de la figura 1,
con una densidad de ruido interno de -130 dBm/Hz, se
tendrá un factor de ruido de -130 dBm/Hz +174 dBm/Hz =
34 dB, tanto para SSB como para CW y otros modos. Cuanto
mayor el factor de ruido, menor la sensibilidad.
El factor de ruido es otra medida del ruido que
un sistema (sea un equipo de telecomunicaciones completo
o una etapa de alguno de ellos) introduce. En la figura
2 se observa en (a) la entrada a un amplificador (señal
más ruido de antena), y en (b) su salida: vemos que,
debido al ruido introducido inevitablemente por el
amplificador, en la salida de éste la señal tiene menos
ventaja sobre el ruido que en la entrada. Precisamente
el factor de ruido es la diferencia entre la relación
señal a ruido en la salida y en la entrada (con el
sistema evaluado en ciertas condiciones de laboratorio).

Figura 2.
Debido al ruido introducido por el amplificador, la
señal de interés está menos por encima del ruido en la
salida que en la entrada. El factor de ruido del
amplificador es una medida del ruido que introduce
(ver texto)
Margen
dinámico
Es la medida de la capacidad del receptor de
captar señales débiles, sin que dicha capacidad se vea
mermada por la presencia de otras señales más fuertes,
que podrían saturar el receptor. A mayor margen
dinámico, mayor dicha capacidad. A continuación algunas
de las formas de definirlo.
Margen dinámico de bloqueo (BDR, Blocking Dynamic
Range). El BDR nos indica la intensidad que
debe tener una señal fuerte, ajena a la que deseamos
recibir, para empezar a degradar la recepción de la
señal de interés. Su valor viene dado por la diferencia
(en dB) entre el ruido de fondo del receptor (MDS) y el
nivel de señal (fuera del ancho de banda de FI) lo
bastante elevado como para reducir la ganancia del
receptor en 1 dB.
En la figura 3(a) se observa que el receptor
trata de sintonizar una señal débil (SA), de
nivel poco más elevado que el nivel MDS del receptor (su
ruido interno). En 3(b) ha aparecido a varios kHz una
señal mucho más fuerte (SB), con nivel tal
que causa cierta saturación en el receptor y en
consecuencia SA cae 1 dB, acercándose
peligrosamente al nivel MDS. El margen dinámico de
bloqueo es la diferencia entre el nivel de la señal
bloqueante (SB) y el nivel MDS del receptor.

Figura 3. En
(a) se observa una señal SA,
ligeramente por encima del ruido del receptor. En
(b), la aparición de una señal SB
de gran intensidad, aún y estando fuera del ancho de
banda de FI causa una disminución en la capacidad de
amplificación del receptor, un principio de bloqueo,
traducido en que el nivel de SA
en la FI baja 1 dB. El margen dinámico de bloqueo
(BDR) es la diferencia entre el nivel de la señal
bloqueante SB
y el nivel MDS, y al ser una diferencia entre
potencias no tiene dimensiones y se mide en dB
El
BDR suele medirse para una diferencia de 20 kHz
entre la frecuencia de recepción y la frecuencia
de la señal bloqueante. Los laboratorios Sherwood
(http://www.sherweng.com), conocidos por sus
análisis de receptores de radio, emplean una
diferencia de 100 kHz para eliminar de la medida
la influencia del ruido de fase de los
osciladores.
Un ejemplo de bloqueo es el que puede
producirse en los receptores de aficionados
operando en la banda de 40 metros, debido a las
potentísimas radiodifusoras situadas por encima de
7.200 kHz, o bien el producido (especialmente en
bandas bajas) por señales de gran intensidad
procedentes de estaciones de aficionado del propio
país o de países cercanos.
La medida del BDR también depende del ancho
de banda utilizado, que deberá citarse junto con
el valor de BDR medido. Como ejemplo, los
respectivos fabricantes de los receptores Perseus
y QS1R citan para sus equipos un BDR de 125 dB,
medido para un ancho de banda de 500 Hz (adecuado
por ejemplo para CW).
Margen
dinámico de intermodulación (IMD DR, IMDR, Intermodulation
Dynamic Range). Cuando dos o más
señales de gran intensidad llegan simultáneamente
a un receptor, debido a las imperfecciones de éste
(comportamiento no lineal) en su interior se
generan unas señales parásitas resultado de la
mezcla indeseada (intermodulación) de ambas
señales, que pueden llegar a perturbar la
recepción.
Como ejemplo, en la figura 4 vemos una
etapa preamplificadora de RF en un receptor, o un
preamplificador independiente: en su entrada (a)
hay dos señales intensas correspondientes a la
banda de 20 metros, que aparecen en su salida (b)
amplificadas pero acompañadas por varias señales
espúreas en otras frecuencias, generadas por el
amplificador (en el ejemplo no se muestran todas
las posibles); dichas señales parásitas son
llamadas productos de intermodulación.

Figura
4. En (a) vemos las dos señales de entrada al
amplificador del ejemplo; en (b) vemos en la
salida ambas señales amplificadas y la aparición
de señales espúreas cercanas llamadas productos
de intermodulación (IMD). Para la medición del
margen dinámico de IMD (IMD DR) las dos señales
entrantes están separadas 2 kHz (espaciado
estrecho, ejemplo de la figura) ó 20 kHz
(espaciado ancho), y su nivel es tal que los
productos de IMD más intensos están 3 dB por
encima del ruido interno del receptor
El
margen dinámico de IMD de un equipo se define
como la diferencia entre: el nivel de las dos
señales de entrada (idéntico para ambas) tal que
provoca productos de intermodulación situados 3
dB por encima del ruido de fondo propio del
equipo, y dicho nivel de ruido propio del
equipo. Es habitual realizar la medición del IMD
DR con una separación de 2 ó de 20 kHz entre las
dos señales de entrada, y considerando los
productos de intermodulación llamados de tercer
orden, que son los más problemáticos (ver
siguiente apartado): estas medidas del IMD DR
aparecen con frecuencia bajo las siglas IMD3 ó
IM3. Para algunos, el IMD DR es la cifra más
importante al comparar receptores.
Como ejemplo, Flex Radio cifra en 95 dB
el margen dinámico de IMD para su transceptor
FLEX-3000 (para una separación de 2 kHz entre
las dos señales de prueba, productos de IMD de
orden 3, preamplificador desactivado, banda de
20 metros y ancho de banda de 500 Hz).
Si el número de señales en la entrada del
receptor es lo bastante elevado, y
especialmente si dichas señales están en un
mismo margen de frecuencia, los productos de
intermodulación serán numerosos y muy poco
separados en frecuencia, incluso solapados: en
esos casos ya se habla directamente de ruido
de intermodulación. Ejemplo es la banda
de aficionados de 40 metros: si contamos con
una buena antena, parte del “ruido” que
podamos escuchar en la banda (especialmente en
horas nocturnas) no es de origen atmosférico o
“humano”, sino ruido de intermodulación tanto
de señales de aficionados como de las
mencionadas radiodifusoras. De ahí que se
recomiende que con una buena antena (que
captará buenas señales) se emplee un equipo
(sea receptor o transceptor) con buenas
prestaciones en recepción: en HF, dados los
niveles de ruido y señales, el margen dinámico
de un receptor es más importante que su
sensibilidad, a menos que nos encontremos en
las bandas de 15 y 10 metros (donde el ruido
atmosférico y las señales suelen ser
inferiores) y seamos lo bastante afortunados
como para operar desde un área donde el ruido
generado por la civilización sea bajo
(probablemente no será una ciudad).
Para comunicaciones por señal débil en
VHF, sin duda se debe contar con una muy buena
sensibilidad en recepción, pero si en el
entorno hay un elevado nivel de señales de RF
(emisoras comerciales en la banda de FM, otros
servicios de comunicaciones en VHF, etc.)
puede ser difícil conjugar sensibilidad con
margen dinámico, esto es especialmente cierto
en áreas urbanas o en las cercanías de centros
emisores.
Punto
de intercepción de tercer orden (IP3, TOI, Third-Order
Interception Point). Otra manera
de medir el efecto de las indeseadas
intermodulaciones que se producen en el
interior de un receptor. Supongamos que vamos
incrementando el nivel de las dos señales de
prueba empleadas en el apartado del IMD DR: el
IP3 de un equipo se define como el nivel de
dichas señales que causaría productos de
intermodulación de tercer orden (de ahí el 3)
cuyas intensidades son de tal calibre que
igualarían las de las dos señales de entrada
que los provocaron.
Los productos de IMD se definen según
su orden (empezando por orden 2), y son menos
intensos cuanto más elevado es dicho orden;
entonces, si los de orden 2 son más intensos
que los de orden 3, ¿por qué no definir el
punto de intercepción para los de orden 2?
Sucede que los productos de órdenes pares, en
el caso de receptores con FI estrechas (como
los de aficionados) caen fuera del ancho de
banda del receptor; en el ejemplo de la figura
4(a) caerían en frecuencias cercanas a 28,4
MHz y en 2 kHz, por lo que en principio no
deberían molestarnos al operar en 20 metros,
mientras que algunos de los de tercer orden sí
caen en frecuencias dentro de la FI. Por
tanto, en nuestros equipos son más
problemáticos los productos de IMD de tercer
orden, aunque eso no es inconveniente para que
algunos fabricantes den las cifras de IP2
(punto de intercepción de orden 2) para sus
receptores.
El valor de IP3 en realidad es un
cálculo, no puede medirse en la práctica: la
razón es que el nivel de las señales de prueba
necesario para medirlo es tan elevado que
antes de poder medir el IP3 se produce la
pérdida de sensibilidad del receptor por
saturación.
Siguiendo con el FLEX-3000, su IP3 es
mayor de 26 dBm (para una separación de 2 kHz
entre las dos señales de prueba,
preamplificador desactivado y banda de 20
metros), y su IP2 es 69 dBm (en 20 metros y
con preamplificador desactivado). La cifra de
IP3 de los FLEX-5000A y C es mejor, superando
los 39 dBm.
Margen
dinámico libre de espúreas (SFDR, Spurious-Free
Dynamic Range). Seguimos con las
dos señales de entrada empleadas en los
apartados anteriores. El SFDR es la
diferencia entre el nivel de dichas señales
de prueba y el nivel de ruido interno del
receptor, estando las señales de prueba en
un nivel tal que las espúreas que producen
no perturban, al estar en el mismo nivel que
el ruido interno (ver figura 5).

Figura 5. El SFDR es la diferencia
entre el nivel de las dos señales de prueba entrantes y
el nivel de ruido interno del receptor, de modo que las
espúreas producidas no perturban, están en el mismo
nivel que el ruido interno.
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