PREDICCIONES DE PROPAGACION
                                        efectos que condicionan la propagacion de radio y sus indices de medida
 
 

                                                            LAS "CME"  (Coronal mass ejections)

Uno de los más importantes eventos solares considerados desde una perspectiva terrestre, es la eyección de masa coronal (CME es su sigla en inglés), es decir, el equivalente a un huracán. Una CME es la erupción de una enorme nube de plasma que proviene de la atmósfera exterior del Sol, la corona.
Una vez que escapa de la gravedad solar, una CME desarrolla gran velocidad a través del espacio de alrededor de un millón y medio de kilometros por hora (400 Km/segundo), y las más veloces llegan a
viajar a 8 millones kilometros por hora. Una típica CME puede acarrear más de 10,000 millones de toneladas de plasma hacia el Sistema Solar, una masa semejante a la de 100.000 acorazados.
La energía en la burbuja de plasma solar es comparable al empuje de 100  huracanes juntos.

Unas horas después de soplar por el espacio, una nube de CME puede crecer hasta dimensiones que exceden aún las del Sol, a menudo de 50 millones de kilometros de ancho. A medida que avanza
en el viento solar, una CME puede crear una onda de choque que acelera partículas hasta peligrosos niveles de energía y velocidad. Detrás de la onda de choque, la nube de la CME viaja a través del Sistema Solar bombardeando planetas, asteroides y otros objetos con radiación y plasma. Si una CME hace erupción del lado del Sol que enfrenta a la Tierra, y nuestra órbita intercepta el paso de la nube, el resultado puede ser espectacular y peligroso.

                                            
 
 
 
 

                                                       CAMPO GEOMAGNETICO ( indice GMF)

 El campo magnético producido por la rotación del núcleo metálico de la Tierra provoca una "líneas de
campo" que van de polo a polo. Su forma es como una gota de agua, con la cola apuntando hacia el sol. Esta forma se da a causa de un flujo continuo de partículas cargadas procedentes del Sol, al cual se le denomina Flujo Solar y que dara lugar a un indicado denominado "Solar Flux Index" (SFI) .
El GMF tiene mucha relevancia en la dinámica de la ionosfera. Sin la protección de nuestro campo geomagnético, la ionosfera y la superficie del planeta estarían sometidos a un bombardeo constante de partículas cargadas. La formación de la ionosfera sería muy pobre a causa de esos bombardeos y no tendríamos un GMF que nos mantuviera la ionosfera "en posición". Los DX’s no serían posibles ya que las ondas reflectarían sin ningún orden. Pero tranquilos que la vida en la Tierra tampoco sería posible sin el GMF... asi que poco importarian los DX hi. El GMF es más débil cerca de las regiones polares y se  va haciendo más fuerte cerca de las regiones ecuatoriales. En el lado oscuro de la tierra el GMF se puede extender por millones de kilómetros en el espacio.

Los estados del GMF pueden ser: silencioso (Quiet), variable  (Unsettled),  activo (Active),  de tormenta menor (Minor Storm),  de tormenta mayor (Major Storm), de tormenta severa (Severe Storm) y, rara vez, de tormenta muy severa (Very Severe Storm).
 
 
 

                                                      FLUJO SOLAR ( indice SFI)

El flujo solar se mide por la cantidad de radiación ultravioleta en la banda de 10.7cm (2800Mhz), la cual es necesaria para crear la ionosfera. El mínimo posible del flujo solar es 63.75. Se puede decir que la propagación  empieza a 70 en latitudes bajas. La propagación mundial de larga distancia (DX) en HF
por ejemplo se daria con un indice de alrededor de 120.
Aunque no está probado, pero a partir de los experimentos realizados, un flujo solar de 160 parece ser
el ideal para emepezar a tener comunicados DX de larga distancia en HF.
 
 
 

                              ACTIVIDAD GEOMAGNETICA TERRESTRE (indices A y K)
 

Son los índices de la actividad geomagnética de la Tierra.
Índices altos (K: >5 y A: >20) derivan de la radiación producida por las tormentas solares que activa el campo geomagnético. Cuanto más activo, más inestable es la propagación e incluso pueden darse desvanecimientos temporales de la misma. Especialmente en las latitudes más altas y sobre todo en regiones polares, donde el campo geomagnético es más débil, la propagación puede desaparecer totalmente aunque el fenomeno puede darse en todo el globo. Este fenomeno denominado SID
puede dejar sib comunicaciones radiales a toda la banda de HF e incluso afectar a los satelites de comunicaciones. Tambien ha habido informes de perturbacion en los sitemas de navegacion de aeronaves de linea sobrevolando latitudes polares.

Índices extremadamente altos provocan la denominada propagación de Aurora, con una propagación de larga distancia con señales fuertemente degradadas.
Índices bajos suponen relativamente buena propagación. Se nota especialmente en las latitudes más altas,
cuando los pasos (paths) transpolares pueden abrirse. La propagación Esporádica E (Es) también es más fuerte entonces.
El máximo a que puede llegar el índice K es 9, mientras que el índice A puede sobrepasar 100 durante
condiciones de tormenta solar muy severas, no existiendo así un máximo.
 
 

                                                                   NIVEL DE RAYOS-X:

Este índice puede variar desde B (muy bajo), C (bajo a moderado), M (moderado a alto) hasta X (alto a
extremadamente alto).  Este X lo veremos cuando se produce una "Flare"  o llamarada, que es el resultado de una o varias explosioines atomicas en el Sol, entonces la tierra se ve bombardeada por un alto indice de rayos. Cuanto más alto sea el número que acompaña a la letra, más alta es la radiación de
rayos-X. Es decir, un  X1.6 es superior a un X0.1 y los dos son superiores a un M9.9. Grandes cantidades de radiación de rayos-X causan la  ionización de la Capa D de la atmósfera, provocando una fuerte absorción de las señales de HF.
Las radiaciones se miden por la cantidad de radiación de rayos-X. Ver tabla.
 

                   
 
 

                                                         VIENTO SOLAR (Solar Wind)
 

El Sol es un enorme reactor termonuclear, que fusiona átomos de hidrógeno para formar helio y producir temperaturas de millones de grados e intensos campos magnéticos. Cerca de su superficie el Sol es como una olla de agua hirviendo, con burbujas de gas caliente electrificado - en realidad son electrones y protones en un cuarto estado de la materia conocido como plasma- circulando desde el interior hacia la superficie y estallando hacia el espacio. La corriente regular de partículas que fluye desde el Sol hacia el espacio se llama viento solar.

Soplando a una velocidad que varía entre 1280000 a 800.000 de kilometros por hora, el viento solar transporta 1.000.000 de toneladas de materia hacia el espacio cada segundo. Pero no es la masa o la velocidad lo que hace potente al viento solar. En realidad no podría ni siquiera despeinarte porque es
una brisa con muy pocas partículas (nuestro aire es millones de veces más denso que él). Es la energía acumulada en el plasma, y los campos magnéticos asociados con él, los que permiten que el viento solar deforme y choque contra el escudo magnético que la Tierra posee en el espacio (la magnetosfera). Aunque menos del 1% del viento solar penetra la magnetosfera, es suficiente para generar millones de amperios de corriente eléctrica en nuestra atmósfera y causar tormentas magnéticas ocasionales en el espacio que circunda a la Tierra.
 

                            
 
 
 

           RIESGOS Y EFECTOS DE LAS TORMENTAS  GEOMAGNETICAS PRODUCIDAS POR LAS CME

Junto con las brillantes auroras, hay otros efectos menos benévolos provenientes de la conexión Sol -Tierra.  En realidad, las brillantes auroras constituyen sólo un signo visible de la alteración que la magnetosfera terrestre ha sufrido en su balance de energía eléctrica y magnética.
 Con la descarga promedio de 1500 Gigavatios de electricidad que las CME realizan en la alta atmósfera, pueden ocurrir grandes cambios en nuestro espacio. Esta descarga equivale al doble de la capacidad de generación de energía de los Estados Unidos en su totalidad. Esos cambios pueden hacer estragos en un planeta que depende de satélites, energía eléctrica y comunicaciones de radio, todos ellos posibles de ser
afectados por fuerzas eléctricas y magnéticas.
 Las CMEs pueden ser peligrosas para los satélites que danzan dentro y fuera de los cinturones de radiación y el viento solar. Por ejemplo, una serie de fulguraciones y eyecciones de masa coronal ocurridas en Marzo de 1989, produjeron una poderosa tormenta magnética.
 Después que las partículas y la energía bombardearon la Tierra, más de 1500 satélites disminuyeron su
 velocidad o perdieron varios kilometros de altura en sus órbitas, debido a la creciente fricción con la
 atmósfera. En Enero de 1997, un satélite americano dejó de operar horas después que una CME atacó la magnetosfera. La pérdida de aquel satélite interrumpió las señales televisivas y llamadas telefonicas.

Las tormentas magnéticas también causan estragos en las señales de radio, las cuales son reflejadas por la ionósfera terrestre, es decir, la capa más externa de nuestra atmósfera, (formada en su mayor parte por plasma), como una especie de estación natural de retransmisión. En un caso extremo, las tormentas magnéticas pueden impedir completamente las comunicaciones alrededor de los polos de la Tierra, durante horas y hasta durante días.