Base Gabriel de Castilla, escenario de la Campaña Antártica del Ejército

Con el regreso de los componentes de la XXVI Campaña Antártica se daba por terminada la presencia del Ejército de Tierra en la etapa más visible de su misión.

En ella un puñado de militares prestan ayuda a científicos en el verano austral y donde desarrollan programas propios de investigación. Símbolo de las capacidades de nuestra Fuerzas Armadas es la operación militar en el extranjero en vigor más dilatada en el tiempo.

Base El teatro de operaciones de los hombres y mujeres al mando del comandante Álvaro Kroner es la Base Antártica Española (BAE) Gabriel de Castilla. Ubicada en la Isla Decepción en el archipiélago de las Shetland del Sur (latitud de 62º 58’ S y longitud 60º 40’ W). La misma aparece a 13.000 kilómetros de España y a 1.000 del lugar poblado más próximo lo que deja bien a las claras la dificultad del día a día en el quehacer de sus moradores.

 

Este lugar inaccesible al público, misterioso, volcánico de formación, fue descubierto hace poco más de 200 años aunque ya el almirante palentino Gabriel de Castilla navegó en 1603 por sus inmediaciones avistando las nevadas cumbres. Hoy sabemos de sus vientos de 300 Kms. por hora y temperaturas de -90º C medias entre -40º y -60º C recrudecen el escenario de vida y capacidades en la labor de servicio de nuestros militares, forjada con esfuerzo por sus integrantes dedicados por completo.

 

La comandante, Marta Presa, oficial médico de la Campaña, fue la encargada de la sanidad y salud de sus integrantes. Entre sus tareas de estudio una sobre estrés del sueño en situaciones de aislamiento. Como añadido tuvo a su cargo las labores del matasellado y gestión de las cartas y correo generados en la BAE. Es una imagen valiosa, una más al mundo de la representación española en el lejano continente.

Pie: Sobre con el matasellos y sello personalizado de la BAE y otras marcas.