Consideraciones sobre receptores de HF.

Uno de los postulados básicos de la actividad de DX es: "si no lo escuchás, no lo trabajás". En las congestionadas bandas de HF, cada día tiene mayor importancia LAS PRESTACIONES DE LOS RECEPTORES en el manejo de señales débiles, pero el nivel de las señales, por sí mismo no constituye todo el problema. La presencia simultánea en el estrecho margen de las bandas de aficionados de señáles muy intensas, complica notablemente la situación, de forma que una elevada sensibilidad o ganancia en un receptor no es todo lo que se le debe exigir parfa extraer de un "pileup" la señal que deseamos oir. Veamos porqué y cuáles deberían ser los criterios a seguir, al momento de evaluar el receptor de nuestro próximo equipo. Los "enemigos" de la recepción de señales débiles son tres: la distorsión por intermodulación, el ruido de fase de los sintetizadores y la saturación de las etapas de entrada.

La ganancia útil de un receptor.

La capacidad de discernir una señal débil por encima del ruido eléctrico de fondo define la ganancia útil de un receptor. La mayor parte del ruido propio de un receptor se produce en la etapa de entrada. Otras fuentes de ruidos son el que se genera en los osciladores sintetizados y la de los mezcladores o conversores. La suma de todos los niveles de ruido propios determina el ruido de fondo de un receptor. La relación entre los niveles de la señal y el ruido de fondo llamada relación señal/ruido es una medida de esa capacidad. Los fabricantes acostumbran a especificar la sensibilidad de sus receptores como el nivel de señal de entrada que proporciona una determinada relación. El nivel de ruido en el altavoz es proporcional al ancho de banda utilizado. Así por ejemplo, un receptor que tiene en SSB y con un filtro de 2,7 Khz., una sensibilidad de 0,15 lo que para una relación de 10 db, o sea que, una señal de 0,15 a la entrada, producirá una salida de nivel 10 db. (señal más ruido) por encima de la del ruido solo. El nivel de la mínima señal detectable se toma, por lo general, igual al del ruido de fondo.

El margen dinámico.

La capacidad de recibir una señal débil en presencia de fuerte QRM por fuera del canal es la medida del márgen dinámico de un receptor. Todos conocemos los perniciosos efectos de la distorsión por intermodulación de los transmisores, mejor conocida como "salpiques". Pero los receptores también padecen este efecto, y una señal perfectamente limpia en su origen, acumulará distorsión mientras camina hacia el altavoz. La magnitud de esa distorsión determina el margen dinámico por IMD de un receptor. Otro efecto que limita el márgen dinámico de un receptor, es la llamada mezcla recíproca. En este proceso, señales separadas de la frecuencia trabajo se mezclan con las bandas laterales de ruído del oscilador local, creando ruido de la banda pasante. El nivel de ese efecto se mide como, margen dinámico de bloqueo.

Medida del valor de la IMD en un receptor.

La IMD se mide inyectando en la entrada, dos frecuencias relativamente próximas y midiendo la distorsión a la salida, determinada por el nivel de las señales distintas a las dos aplicadas en la entrada. El comportamiento no lineal causa asimismo la mezcla de todas las señales presentes, por ejemplo, el segundo armónico de una de las dos señales se mezcla con la fundamental de la otra para generar un producto IMD de tercer órden. La especificación de las prestaciones de IMD de tercer órden permite deducir las caractrísticas generales de IDM de un receptor. Una medida crítica es el margen dinámico de la IMD de tercer órden, que es la diferencia entre la señal más débil que el receptor puede discernir y el nivel de la señal interferente de dos tonos, por fuera del canal, que produce un nivel igual de salida, debiéndose especificar la separación de la señal interferente respecto a la deseada.

El punto de intercepción.

Otra magnitud importante es el punto de intercepción de tercer órden, que se define como el nivel de las señales de doble tono a la entrada que produce una IMD del mismo nivel que la señal de entradaa. El concepto de punto de intercepción se entiende mejor si explicamos que al aumentar el nivel de las señales a la entrada, la salida crece mas rapidamente para los productos de intermodulación. El nivel de entrada en el cual se produce el encuentro de las dos señales es el punto de intercepción. En toería, el IP, en Db., es igual al nivel de la señal interferente más la mitad del margen dinámico de IMD, de modo que el punto de intercepción puede ser extrapolado a partir de las medidas a bajo nivel.

Margen dinámico de un receptor.

El margen dinámico de un receptor es su capacidad para combinar un bajo ruido de fondo y la generación de productos de intermodulación. Por lo general, los transmisores con menor cifra de ruido, tienen tendencia a presentar una IMD elevada, y viceversa, de modo que se trata de características encontradas. Este márgen dinámico, en un receptor de HF y banda estrecha, se mide por lo general con una separación de tonos de 20 Khz. para evitar que pueda actuar sobre el circuito de CAG. Es interesante señalar que la medida de la IMD requiere el uso de una constante de tiempo de CAG larga, adecuada para situaciones en que se precisa la máxima linealidad. Aunque la medida de la IMD es válida para calcular el márgen dinámico, a menudo no dá una idea exacta del comportamiento del receptor frente a señales interferentes próximas.

Preamplificadores y el márgen dinámico.

La mayoría de los receptores modernos tienen delante del primer mezclador, un preamplificador que puede ser desconectado a voluntad. Este preamplificador mejora la sensibilidad, extendiendo el margen dinámico. Pero, en cambio, el comportamiento frente a señales fuertes se degrada, debido al aumento del nivel de todas las señales que alcanzan el primer mezclador, de tal forma forma que muy a menudo la mejora teórica de las señales débiles no se puede aprovechar, ya que el margen dinámico total y el IP se deterioran. El mismo o parecido argumento puede aplicarse a un receptor del que se resalte que su nivel de ruido es extremadamente bajo; eso no significa necesariamente que su capacidad de manejar señales fuertes sea buena, y que en presencia de tales señales su nivel propio de ruido se vea ampliamente superado por el de intermodulación.

Márgen dinámico del bloqueo y su medida.

Este parámetro (BDR en inglés) expresa la capacidad del receptor para rechazar fuertes señales interferentes que no generen IMD dentro de la banda pasante. Una señal relativamente débil se controla mientras se inyecta una sola señal interferente tipicamente a 20 Khz. de la primera, y se incremente la señal de QRM hasta observar alguna degradación de la señal deseada. El deterioro puede manifestarse como una reducción del nivel de salida, indicando compresión de la ganancia o como una reducción de la señal / ruido (S/N), por un aumento de este último.

Conclusión.

Si nuestra estación va a estar situada en el campo, lejos de otras instalaciones de HF y la antena a utilizar no ofrece demasiada ganancia, el parámetro que más nos interesa es el de ganancia total (o sensibilidad). Pero si esa no va a ser la ubicación real, haremos bien en examinar la tabla de especificaciones del receptor que incorpore el transceptor que pensamos adquirir y fijar la atención especialmente en el valor del punto de intercepción, la cifra de ruido de base (o fondo) y si está dotado o no de preamplificador y atenuador de entrada, recordando que un valor de sensibilidad (señal mínima detectable) muy bueno insertando el preamplificador puede resultar casi inútil si con ello el punto de intercepción baja exageradamente.