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Club de Radio Amateur de Jalisco, A.C.

LA TECOLOTITA

Boletín Oficial


ORGANO OFICIAL DEL CLUB DE

RADIO AMATEUR DE JALISCO A.C.


AÑO 2, No. 14 - JUNIO DE 1991

ING. ALONSO ULLOA , XE1ZZA - PRESIDENTE

ING. ADOLFO ROMERO, XE1RM - EDITOR


¿QUE ESTAMOS HACIENDO AQUI CON LOS RADIOLO­COS?

 

            Esta pregunta nos la hemos hecho alguna vez, la contestación sincera por parte nuestra va de acue­rdo al inte­rés que hemos puesto en cono­cer a fondo nuestro pasatiempo "la radio afición".

 

            Si platicamos con los viejos radio aficionados, sentimos en cada conversación sobre algún tema de radio, ese cariño vehe­mente con que de­fienden sus intereses den­tro de la comunidad de la radio. Para poner un ejemplo: el que empezó aprendien­do el código internacional, pien­sa que saber telegrafía es una obli­gación de parte de todos y no concibe que un radio aficiona­do de nuevo ingreso sea re­nuente a aprender el código, piensa que es un buen filtro para seleccio­nar solamente a los que verdadera­men­te tienen un interés genuino en ingresar a las filas de la hermandad

Por contraste, al hablar con algunos nuevos radio aficionados, nos damos cuenta de sus puntos de vista sobre temas como el de la telegra­fía, en el que consideran a ese honroso medio de comunicación como obsoleto y por lo tanto de escaso interés en esta era de las microcomputa­doras, de los satélites y de los viajes espa­ciales. No conciben que todavía se requiera aprobar un examen sobre código interna­cional para obtener una licencia para operar como radio aficionado, para que quebrarse el coco? si por ejemplo: casi ningún estudiante actualmente usa lápiz y papel para hacer operaciones artitméticas  sim­ples, como sumas, restas, multipli­cacio­nes y divisiones; de plano están muertos sin su calculadora portátil.

 

            Sabido es que para apre­ciar un traba­jo, primero debe uno conocerlo en sus efectos y luego inte­grarse al grupo de los que tienen el mismo inte­rés, si ese trabajo significa un reto y se está dispuesto a en­fren­tarlo, en­tonces   ya  se tiene la espina clavada y nunca mas podrá sacársela, aun­que tenga tempo­radas de inactividad.

 

EL VETERANO (OLD OLD MAN).

 

            Como ya dijimos; es el feroz defen­sor de las buenas costum­bres y de las insti­tu­ciones (de las que es miem­bro), le incó­moda y con razón, la lige­reza con que se dan los permi­sos actualmente, el len­guaje falto de cautela que utilizan los radio aficio­nados en el aire y piensa que el medio hay que cuidarlo de la contamina­ción, no solo del lenguaje sino de estaciones "piratas", le retuerce el estómago la cantidad de inter­ferencia ya sea intencional o no que se tolera en nuestras bandas y cuando a su vez él provoca TVI (interferencia a la TV) se desvive por remediar el pro­blema. Pero por desgra­cia no todos los veteranos son así.

 

EL COLEGA NO TAN RECIENTE  (DE TIMBIRICHE PARA ACA).

 

            A este colega también le preo­cupa que su "hobby" se vea destruido, aunque no tanto como al veterano, dependiendo de donde se inició a la radio afición, vemos al que fue antes usuario de la Banda Civil (cibiteco), la mayoría aprendieron un voca­bulario y un código fonético distorsio­nados que lo han querido traer a las bandas de onda corta y a las bandas de FM, consi­guiendo por lo mismo críticas y malos modos de los colegas que ya se adapta­ron al medio (algunos seguirán siendo "cibitecos" toda su vi­da). Como no se deciden a adop­tar una norma definida, no les interesa mucho lo que pasa a su alrede­dor, no les impor­ta la tecno­logía de la radio comunica­ción, ni la actual ni la anti­gua, la telegrafía la conside­ran un estorbo y están en la ban­da de dos metros porque es la moda y -si mi amigo tiene un radio, yo porqué no-.

            Casi todos los colegas de ésta época, salvo algu­nos, llegaron después del famoso "boom" del CB entre mil novecientos se­tenta y cuatro y mil novecien­tos ochenta y cinco mas o menos, período en el que el control de las comunicaciones a nivel mundial se vio que­brantado por el exceso de usuarios de la banda civil que al comprobar que nada tenían que hacer ahí, se adueñaron de muchas frecuencias, aparente­mente sin uso, generando mu­chos problemas a la TV y a otros servicios; las bandas de radio aficio­nados fueron prác­ticamente invadidas de "esta­ciones piratas".

 

EL NOVATO.

 

            Afortunadamente ya se están intere­sando los jóvenes uni­versitarios en poseer una licencia para transmitir, principalmente los estudiantes de carreras en electrónica y comunicaciones, muchos de ellos realmente "radioexperi­mentadores" en todo el sentido de la palabra. Con la tecnolo­gía actual tan avanzada, sólo se puede experimentar con circuitos sencillos y económi­cos y con ante­nas, ni pensar en fabricarse un transrecep­tor, ni un equipo de frecuen­cia modulada en dos metros.

 

EN RESUMEN, ¿QUE ESTAMOS HA­CIENDO AQUI?

 

            Yo diría que los que están por voca­ción, se queda­rán y los demás estarán "de paso" hasta que encuentren otro pasatiem­po que les satis­faga, pero mientras eso sucede mas les vale que se apeguen a las "reglas del juego" para que todos podamos disfrutarlo y estemos orgullosos de pertene­cer al maravilloso "hobby" que es la radio afición.


Por Adolfo Romero, XE1RM