|
1.-Antecedentes |
Ya en otros países, en 1935 y posiblemente antes, la necesidad de
estar preparados
militarmente incluía la organización de redes formadas por
las estaciones de radio
aficionados debidamente adiestrados únicamente y capaces de operar
en radio
telegrafía, quienes llegado el caso, formarían un cuerpo
eficiente de operadores.
En nuestro país, las necesidades más bien de orden civil
que militar, igualmente
hicieron evidentes la utilidad de formar cadenas de estaciones para ser
aprovechadas
eficazmente en casos de emergencia.
Con este fin, ya desde el año de 1943, formalizándose en
el año de 1949, gracias a los
esfuerzos de un grupo de colegas nacionales formaron lo que se conoció
como Cadena
de Emergencia de Aficionados del Sureste, cuyas estaciones operaban exclusivamente
en fonía en una zona abarcando esencialmente la costa del Golfo
de México, con el
estado de Veracruz como eje principal de actividades de grupo. Esta red
estuvo
operando durante algún tiempo formalizándose durante el año
de 1949, gracias a los
esfuerzos de algunos colegas entre a los que anotamos en esa época
los señores Raúl
Ortíz Gómez XE1QB, Raúl Molina Maldonado XE2IR, Armando
Guerra Zetina
XE1RV (hoy XF1GK), Ing. Andrés Ebergenyi XE1LA, Eligió Arcos
(ya fallecido)
XE1HU y otros quienes en total sumaron 30 miembros. También operó
por aquel
entonces la Cadena de Emergencia Petrolera del circuito del Golfo, organizada
por el
Radio Club de Poza Rica. Fue hasta 1961, cuando la L.M.R.E. pensó
en una nueva red,
pero con alcances nacionales y posibilidades de extender su acción
más allá de
nuestras fronteras.
Debemos mencionar que durante los años anteriores a la integración
de la Red
Nacional de Emergencia se registraron innumerables ocasiones en las que
los
Radioaficionados en nuestro país, brindaron activísima y
desinteresada cooperación,
tanto a las autoridades como a la sociedad, en emergencias tales como la
del fortísimo
temblor de 1957 en la Ciudad de México, el auxilio a la balsa «Kon-Tiki»
y
posteriormente en las inundaciones de Tampico y Villa Acuña, en
los ciclones «Inga»
en las costas de Quintana Roo y Belice, «Tara» en las de Guerrero,
«Doreen» en
Sinaloa y el ocurrido en Manzanillo, para citar los principales, cuyos
detalles
merecieron el elogio hecho público en la prensa del país.
También debemos
mencionar la cooperación constante de grupos de Radioaficionados
con la Cruz Roja
y con otras instituciones benéficas, así como con agrupaciones
deportivas.
Toda esta actividad, sin duda, movió a la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes
a dirigir a la L. M. R. E., su Oficio No. 22293, fechado el 28 de junio
de 1960,
documento que por su importancia transcribimos íntegro a continuación:
"Con referencia a su escrito de fecha 6 del actual, comunico a ustedes
que esta
Dirección General a mi cargo, ve con mucho agrado que la Liga Mexicana
de
Radioexperimentadores se preocupe porque sus asociados presten un servicio
social
en beneficio de nuestra Patria, motivo por el que quedan autorizados para
organizar
la Red de Asistencia que tendrá por objeto lo que manifiestan en
su carta, pero
siempre que la índole de las comunicaciones establecidas, no infrinja
lo que al
respecto señala la Ley de Vías Generales de Comunicación
y su Reglamento en vigor.
Así mismo, se le manifiesta que el Reglamento de Estaciones Radio
eléctricas que
próximamente se pondrá en vigor, obligará a esa Asociación
que agrupa a más de
50% de los Radioexperimentadores del país, a establecer Redes de
Emergencia, que
tendrán por objeto auxiliar a las telecomunicaciones de la Red Nacional,
en aquellos
casos de catástrofes (ciclones, inundaciones, terremotos, etc.),
que interrumpan las
comunicaciones regulares y, por tal motivo, sería conveniente que
esa H. Liga, fuera
pensando en dichas Redes de Emergencia.
Atentamente
SUFRAGIO EFECTIVO NO REELECCIÓN
El Director General
Ing. ELEAZAR DÍAZ G."
En atención al Oficio arriba citado, la L.M.R.E. de inmediato asignó
a su Comisión de
Estudios Especiales, la tarea de formular un proyecto de organización
de una Red
Nacional de Emergencia y hacer su ensayo práctico durante suficiente
tiempo antes
de someterlo a la consideración de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes.
Después de las primeras reuniones de los integrantes de la Comisión
de Estudios
Especiales, que tuvieron lugar durante los meses de julio y agosto de 1960
y en las
que se discutieron ampliamente los puntos básicos del proyecto en
formación, su
funcionamiento práctico, etc., en septiembre del mismo año
se enviaron las primeras
circulares invitando a la Radioafición Mexicana a participar en
la Red y en sus
primeras pruebas, incluyendo en esas circulares instrucciones acerca de
la forma
como debería actuar las XE en caso de presentarse alguna emergencia,
en tanto se
redondeaba el proyecto definitivo.
No fue muy cálida la acogida de la Radioafición a la primera
invitación de septiembre
de 1960; solamente 17 colegas de los 100 llamados respondieron solicitando
su
ingreso a la Red, no obstante que esa circular se giró a los aficionados
que de
antemano se sabía que estaban activos y no sólo porque aparecieran
sus nombres y
nominales en los directorios o guías de radio. Sin embargo, la labor
tenaz, paciente y
constante de sus primeros miembros, trabajando en estrecha colaboración
con la
comisión organizadora, hizo que poco a poco se despertara el interés
en los trabajos
de la Red y, después de la primera prueba de enlace general que
tuvo lugar el 16 de
abril de 1961, el número de estaciones afiliadas aumentó
rápidamente, contando en la
actualidad con más de 300, distribuidas en todas las entidades de
la república.
Se hicieron pruebas de enlace general entre las estaciones de la Red, usando
diversas
bandas y frecuencias y en diferentes horas del día. Se aumentó
el número de zonas en
las que se había dividido la república, (de 6 a 8), haciéndose
una nueva distribución de
estados entre ellas. Durante los años transcurridos se han continuado
las pruebas de
enlace, diarias y dominicales.
Finalmente, en julio de 1962, se estimó que con la experiencia tenida,
podía
considerarse satisfactorio el proyecto ensayado, el cual fue presentado
a la Dirección
General de Telecomunicaciones en ese mismo mes, recibiendo los directivos
de la L.
M. R. E., estimulantes comentarios en el entendido que sería tomado
en cuenta dentro
del nuevo Reglamento de Estaciones Radio Eléctricas.