Para el armado de los balunes hay que tener en cuenta algunos detalles:

        Al igual que en los centros de dipolo, a los balunes se debe les debe proveer de un elemento de fijación mecánica de las ramas del dipolo independiente de la conexión eléctrica de los mismos. Teniendo en cuenta que casi siempre un dipolo extiende sus ramas "tirando" del centro, no se puede fijar los extremos simplemente de un tornillo y un ojal en el cable ya que el movimiento y el peso harán que inevitablemente se corten en ese punto. Lo habitual es colocar una pieza aislante sólida o lo suficientemente fuerte como para soportar la tensión del dipolo. Puede ser desde un trozo de acrílico o plástico, un caño de PVC o inclusive un aislador plástico comercial.

         De ser posible suelde los alambres o cables del balun a los tornillos que se utilizarán de terminales, previniendo la formación de óxidos o sulfatos en esos contacto

        No siempre es necesario proveer un conector, ya que si la instalación es fija, se puede soldar directamente el cable desde el centro o balún.

        Dependiendo del tipo de uso, también puede variar el receptáculo contenedor; por ejemplo si está destinado al uso fijo y/o con equipos de base, es preferible que los elementos se dimensionen generosamente para asegurar una larga duración, y además estancos, para evitar que con la lluvia ingrese agua en el interior. En estos casos, el uso de piezas de PVC pegadas es lo más recomendable; aunque una vez que se cierren sus tapas no hay manera de desarmarlos, salvo rompiendo las mismas. Por el contrario, si se piensa usar en operaciones portables, de prueba o provisorias, se puede omitir estos cuidados ya que casi nunca se realizan ese tipo de operaciones bajo la lluvia.

        Dado que no siempre es factible sellar total y eficazmente los receptáculos, se puede prever de algún orificio en la parte inferior de los mismos, a fin de facilitar la salida por gravedad del agua o humedad que ingresen en ellos.