El ser humano ha tratado de comunicarse con sus semejantes desde su aparición sobre la faz de la tierra. Así es como fue desarrollando el lenguaje; pero comunicarnos con quienes están distantes de nosotros, en forma rápida y eficaz, ha sido el reto a vencer, por lo tanto fue preciso cambiar las formas de lenguaje y su modo de transmisión.

Señales de humo, sonido de tambores, luces, silbidos, hasta las modernas comunicaciones digitales por satélite, representan el triunfo del hombre en su afán por lograr  que sus ideas lleguen tan lejos y rápido como sea posible sin sufrir distorsiones; para ello, como dijimos, ha utilizado diferentes medios de acuerdo a la posibilidad y a la época.

Se da por hecho que el primer mensaje telegráfico, oficial, fue el que en mayo de 1844, Samuel Morse envió desde Washington a Baltimore, a su ayudante Alfred L. Vail, utilizando un código que ambos habían desarrollado anteriormente. Más tarde se hizo necesario dar mayor velocidad y fiabilidad al sistema y se logró sustituyendo las palabras de uso común por códigos cortos de igual significado. La Western Union desarrollo un código que llamó “Standard 92” y que consistía en una lista de frases comunes numeradas del 1 al 92 (cada número se correspondía con una frase). Entre 1860 y 1900, cada compaña telegráfica o de ferrocarril desarrollaba su propio código, lo que suponía una gran confusión entre las diferentes redes; incluso el código Morse europeo difería del usado en América. La oficina Postal Británica también elaboró un código propio formado por dos letras, de la RA a la RZ y de la SA a la SF, en 1908. En julio de 1912 se celebra en Londres, Inglaterra, la Convención Internacional de Radiotelegrafía y allí se adopta y se amplía este código agregando la letra Q al principio de cada abreviatura. Así nació nuestro código Q, usado por todos los radioaficionados alrededor del mundo: Ampliado de QRA a QRZ y de QSA a QSX, se declaró como código oficial internacional el 1 de julio de 1913.

Poco después de la aparición del código Q, la compañía Cable & Wireless pone en función el código Z para transmisiones de alta velocidad usando máquinas automáticas. Tanto el código Q como el Z fueron ampliamente utilizados por los bandos contendientes en la II GM, luego de la cual el código Z cayó en desuso y fue prácticamente olvidado.

En la década de 1930 a 1940 los militares europeos usaron el código X, que consistía en la letra X seguida de un número. Desaparece en 1942 por la insistencia del ejército de USA en usar el código Q.

Al margen de los códigos vistos, los operadores de CW han creado algunas abreviaturas que ya forman parte de este mundo y son de uso común entre ellos.

El código 10 utiliza el número 10 seguido de otros números (desde el 10 0 al 10 99). Es usado por la policía y los bomberos de muchos países y por los usuarios de la banda ciudadana (CB) notándose algunas diferencias de significado dependiendo de quién, cómo o dónde se use determinada clave.

El hombre seguirá tratando de mejorar sus sistemas de comunicación, de crear nuevos códigos que lleven más lejos, más rápido y con mayor perfección sus pensamientos a todos los confines de la tierra y más allá.