CIBER CLUB CARTHAGO

 

 

A todos los radioaficionados de Cartagena que pueda interesar:

 

Esta aventura comienza allá por el mes de abril de este año 2004 justo antes de Semana Santa. Un grupo de radioaficionados inquietos de Cartagena que ya por experiencias propias conocíamos las posibilidades de las redes inalámbricas desde 1999, nos planteamos la construcción de una red a gran escala para interconectar a alta velocidad a todos aquellos interesados, radioaficionados y/o amantes de las nuevas tecnologías, bien de Cartagena o bien de poblaciones cercanas que pudieran tener cobertura. La filosofía de la red sería de libre acceso y uso, y los servicios los irían añadiendo los mismos participantes. Desde un principio se decide que la red no sea un simple medio de acceso a Internet, sino una Intranet rica en servicios propios que en caso de que su naturaleza lo exigiese, podrían estar en contacto con la red de redes. Un ejemplo de esto último serían los servidores de correo.

 

Como usuarios y administradores en la época dorada del packet-radio sabemos que la velocidad que proporciona esa modalidad se ha quedado obsoleta y ha provocado que muchos radioaficionados lo abandonen a favor de Internet, donde además existen otras posibilidades y software más avanzado. Se presenta la oportunidad de abordar ambos problemas. Por un lado llegar a los 54 Mbps teóricos que dan las dispositivos 802.11g usando las ondas hertzianas, y por otro, utilizar las mismas aplicaciones de Internet y todas las posibilidades del protocolo tcp/ip. Esto es algo que en España están haciendo las comunidades wireless, asociaciones de radioaficionados, e incluso ambos en colaboración como en el caso de Elche.

 

Pensamos, que todo esto unido al hecho de experimentar en una banda de microondas relativamente nueva y para la que hay abundante documentación sobre la construcción de antenas, podría despertar el aletargado espíritu innovador del radioaficionado y animar a otra mucha gente que lo empiezan a ser sin saberlo (véanse las muchas comunidades wireless.org que se han formado últimamente).

 

La banda radio a emplear, 2.4 GHz, de libre uso, permite alcanzar velocidades de transmisión altas y lograr grandes distancias con poca potencia. A cambio un solo requisito, que exista línea visual entre emisor y receptor. Como esto es algo difícil de conseguir en una ciudad y mientras la red crecía, pensamos en una disposición en estrella con un nodo central al que viese el mayor número de gente posible. La sede del Radio Club Carthago EA5RCB, situada en las afueras de la ciudad en una zona elevada elegida también por las emisoras de radiodifusión, cumplía dichas condiciones. Se unía a esta idoneidad de emplazamiento el hecho de que se trate de una organización sin ánimo de lucro y entre cuyos objetivos debe figurar el fomento de la radio y la experimentación de las nuevas tecnologías relacionadas con ella.


Como antiguos socios de dicha entidad conservábamos amistades allí y cierta simpatía por su labor, por lo que nos dirigimos al lugar a exponerles nuestro proyecto. La aceptación inicial por los presentes entre quienes se encontraban presidente y secretario, fue buena. Uno de los problemas que nos encontramos hace tiempo al instalar allí una bbs y nodo de packet-radio, fue que algunos socios no estaban dispuestos a ceder los equipos del RadioClub ni a comprar nuevos para una actividad que no iban a usar por no estar interesados. Personalmente no me encuentro interesado en la actividad de HF y no por ello veo mal que haya una emisora decamétrica para los que si lo estén. Formalmente el fenómeno se llama intransigencia. Previniendo este contratiempo, esta vez llegamos con la propuesta de traer nosotros los equipos y pagarlos de nuestro bolsillo aunque luego el uso fuese comunitario. También contamos con alguien dispuesto a subir a la torre a fijar la antena, otro de los habituales problemas. Se nos indica que antes hay que consultar a los demás socios, por lo que quedamos a la espera.

 

 A las dos semanas recibimos luz verde por parte de Pepe EA5CQB, presidente del RadioClub, y aprovechando los días festivos de Semana Santa, nos ponemos manos a la obra con la construcción de la antena que irá en ese nodo central. No hay nada como la satisfacción de usar algo hecho por uno mismo, sobre todo cuando hay referencias de un mayor rendimiento que productos comerciales similares y a pesar de las horas invertidas y de que los materiales empleados no tuvieron coste cero precisamente.

 

Pasada Semana Santa nos desplazamos de nuevo al lugar para efectuar pruebas de cobertura que validaran la antena antes del esfuerzo de subirla a la torre. Todo sale correcto con buena señal y excelente velocidad al otro extremo de la ciudad. Ninguna objeción por parte del RadioClub. Algún socio comenta incluso que él ya se ha construido antena para conectar. Seguimos adelante con el aislamiento y sellado para evitar escaladas imprevistas por la torre a causa de la meteorología. Más gastos en material y tiempo. En el RadioClub no hay fondos. Nadie se involucra tampoco a modo personal. No importa, todo sea por ver la red funcionando.

 

Pasan unas semanas y durante la espera de la llegada de los aparatos recibo una llamada telefónica del presidente. Me comenta que se ha puesto en contacto con ellos una empresa. Deduzco por sus palabras que es una de las muchas que están surgiendo y que se dedican a comercializar acceso a Internet en la banda libre de 2.4 GHz. Al parecer les piden montar en la torre un emisor para cubrir zonas de sombra y poder captar más clientes. A cambio les ofrecen acceso a Internet. Experiencias previas demostraban que una instalación tan próxima supondría interferencias, aún haciéndose en canales y polaridad diferentes y suponiendo que la empresa no use amplificadores de potencia. Me reafirma Pepe que nosotros fuimos los primeros y por tanto la palabra dada sigue vigente.

 


La siguiente semana, ante el temor de que estemos trabajando y gastando dinero para nada, nos desplazamos al RadioClub donde nos confirman que las conversaciones con la empresa continúan e incluso presidente y secretario dicen haber pasado por sus oficinas. El hecho de tener Internet en una sede que se abre un día por semana durante tres horas parece haberse convertido en prioritario. Nos comunican que si hubiese Internet iría más gente allí a navegar y descargar ficheros. Personalmente me pregunto si la gente va a un RadioClub para navegar o a un Cibercafé, o a una biblioteca, si es que no tienen ya acceso en casa. Dudo mucho que una conexión a Internet en un lugar en las afueras de la ciudad pueda ser un atractivo para nuevos socios. Pero sobre todo me pregunto si Internet, aunque sin duda útil en cualquier lugar, debe anteponerse a otros fines. Se nos informa que nos llamarán a final de semana para ver quien de los dos monta, cual competición entre empresas.

 

Tras unas semanas sin noticias reaparecemos por la sede para ver si seguimos con el proyecto antes de navidades o nos dedicamos al ganchillo. Resulta que se ha hablado con los socios y no están de acuerdo con nuestra propuesta. Todos los socios obviamente no, porque conozco alguno que no ha recibido consulta alguna ni notificación de junta general extraordinaria. Visto que los asistentes a la cita semanal se pueden contar con los dedos de una mano, me pregunto entonces cual ha sido la muestra representativa escrutada. Por otra parte si recordamos, supuestamente al principio ya se había consultado a los socios para dar el si quiero.

 

Conscientes de que Internet una vez más nos gana la batalla, y a pesar de que no es el objetivo de nuestra red, pero teniendo presente la información útil que para los radioaficionados hay en la red de redes, nos ofrecemos también a dotar al RadioClub de un acceso gratuito a través de la conexión existente en casa de alguno de los participantes y a costa de su ancho de banda.

 

Llegados a este punto el factor que parecía hacer tender la balanza hacia la empresa ha desaparecido. Con ambas instalaciones hay acceso a Internet y además con la nuestra construimos una red para todos mientras que la empresa lo haría en beneficio propio. No parece ser suficiente, se nos emplaza al resultado de una junta general que se efectuará en un futuro pero sin fecha. Aquí concluye nuestra aventura.

 


En resumidas cuentas, nuestra idea hubiese sido:

 

-          Una forma de fomentar la experimentación en radio

-          Una forma de promoción para el RadioClub

-          Una red abierta para todos aquellos interesados

-          Una nueva banda y modalidad para muchos

-          Una posible forma de captación de nuevos socios “digitales”

-          Una forma de modernización

-          Una apuesta por las nuevas tecnologías

-          Inversión cero

-          Y… una conexión a Internet para el RadioClub

 

El montaje de la empresa supone:

 

-          Mayor cobertura, mayor capacidad de negocio, más ingresos para la empresa

-          Ninguna red abierta, solo Internet para sus clientes

-          Y… una conexión a Internet para el RadioClub.

 

 

Alguien durante mi última visita soltó esa serie tópicos ya convertidos en clásicos. Que cada vez había menos gente en radio…. Que hacía falta gente joven… Que cada vez iban menos por allí… Que voy a vender todos los equipos… Que esto de la radio cada vez va a menos… Desde luego que va a menos, y seguirá en picado, porque si además de que ideas nuevas y ganas por levantarse del sofá solemos tener todos pocas, las pocas que hay se lapidan. Lo peor de esto es que en un futuro no muy lejano, cuando todos nos hayamos aburrido, los que ahora se permiten el lujo de decir no a lo nuevo guardarán sus equipos, bajarán sus antenas, harán doble clic sobre el Icono del Internet Explorer y dirán… “como en radio ya no sale nadie”…

 

 

 

                                                                                    Jesús, EB5AGF

                                 [email protected]

 

 

 

Nota: Este documento es de libre distribución y puede consultarse también en la dirección http://www.qsl.net/eb5agf/ctwireless