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| Calle de la Torrecilla del Leal: La villa de Madrid permaneció fiel al rey D. Pedro I de Castilla en las contiendas promovidas por su hermano D. Enrique. La resistencia de Madrid fue grande, por lo que D. Enrique levantó el asedio el 24 de octubre de 1366. Durante la defensa las puertas de Madrid estuvieron confiadas a caballeros de conocida fidelidad: Puerta Cerrada a los Lujanes, la de Guadalajara a los Luzones, la de la Vega a los Herrera, la de Moros a los Lassos de Castilla, la de Balnadú a los Barrionuevos, y el Postigo de San Martín al prior y los monjes benitos. En este lugar existía una granja con una torrecilla en que Enrique de Trastamara pidió alojamiento, el dueño se lo negó, llamándole traidor y el de Trastamara le mandó ahorcar. En memoria de aquel suceso fue llamada del Leal. |
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